París, 20 sep (EFECOM).- La OCDE soltó hoy un balón de oxígeno en dirección de la Comisión Europea con un informe en el que le da su apoyo tanto en la aceleración de las reformas estructurales en la Unión como en su voluntad de profundizar la integración del mercado único, sobre todo en el sector de servicios.
La Comisión Europea desarrolla una "acción valiente" y "la apoyamos", subrayó el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, en la presentación a la prensa del primer informe dedicado a la UE.
Tras insistir en que la Unión Europea es históricamente "un logro increíble", Gurría recordó que la riqueza por cápita de sus miembros es inferior a la de otros países de la OCDE y las diferencias se han acrecentado en los últimos años, lo que a su juicio muestra que "para aprovechar su potencial se debe avanzar en el mercado único".
Señaló que dentro de la UE no se puede generalizar sobre las reformas realizadas en unos y otros Estados, y así dijo que hay "buenos ejemplos", como Finlandia en el terreno de la educación, el Reino Unido en el mercado de trabajo, España o Irlanda por su dinamismo, o Alemania por su comercio exterior.
Para avanzar en el mercado único, el secretario general subrayó que hay que combatir las "barreras significativas" que persisten en particular en los servicios, como lo ilustra que los intercambios en este sector entre Estados de la UE representan menos del 5% del Producto Interior Bruto (PIB).
El conocido como el "Club de los países desarrollados" se pronunció en favor de la directiva europea que debe liberalizar los servicios, aunque lamenta que las presiones sobre su redacción inicial hayan obligado a retirar el principio del país de origen que hubiera permitido a un prestatario de servicios superar las restricciones cuando realiza actividades en otro Estado.
No obstante, aconsejó que ante las perspectivas de nuevas resistencias de carácter proteccionista se establezcan vías de recurso "más rápidas y menos costosas" para su aplicación efectiva, y pidió también que los Estados se comprometan a "abolir los obstáculos inútiles".
Otro sector cuya liberalización en la Unión consideró clave la OCDE es el de las industrias de red, y Gurría puso el acento en la energía y alabó las propuestas que a ese respecto ayer mismo presentó la Comisión Europea.
El ex ministro mexicano defendió la separación de la propiedad de las infraestructuras de transporte de la actividad de producción de energía y denunció que se malogren proyectos de fusión transfronteriza de empresas del sector con la "excusa de la seguridad" de aprovisionamiento.
Aunque es legítimo que los Estados defiendan ciertas cuestiones estratégicas, argumentó, hay que proscribir los impedimentos a las fusiones que no son de orden económico, sino por proteccionismo, ya que eso "afecta a la eficiencia de la economía mundial".
La OCDE lamentó, por otra parte, la baja movilidad de los trabajadores en Europa, donde sólo un 4% ha trabajado en un país distinto del propio, y recuerda que las transferencias de mano de obra son válvulas de ajuste entre las economías que no están en la misma fase del ciclo económico, algo particularmente importante dentro de la zona euro.
Atribuyó en parte esa falta de movilidad laboral entre Estados a los obstáculos lingüísticos, pero también a los legales, y abogó por levantar las restricciones de entrada de ciudadanos de los nuevos países de la Unión allí donde siguen en vigor, y también por medidas para facilitar la transferencia de los derechos de pensión.
Como viene siendo habitual, la OCDE criticó la Política Agrícola Común (PAC) por considerar que, pese a las últimas reformas, son exageradas las subvenciones a las que culpa de distorsiones en el mercado mundial y efectos medioambientales dudosos.
Gurría se decantó por una disminución de las ayudas de la PAC, que además querría totalmente desvinculadas de la producción y dirigidas a los agricultores con menos ingresos y a las regiones más pobres. EFECOM
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