Economía

F.Ordóñez pide a partidos que "cuiden y midan mucho" promesas electorales

Madrid, 18 sep (EFECOM).- El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, recomendó hoy a los partidos políticos que "cuiden y midan mucho" sus promesas electorales para evitar que se pierda el superávit, "un activo importantísimo", máxime cuando no se sabe todavía el impacto de las turbulencias.

Tras comparecer ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, Fernández Ordóñez, respondió así sobre la incidencia económica que puede tener el anuncio del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que a partir del próximo 1 de enero los jóvenes menores de 30 años con trabajo que alquilen una vivienda recibirán el aval del Ejecutivo durante seis meses, además de una ayuda directa de 210 euros mensuales durante cuatro años.

El gobernador del Banco de España señaló que no quería hablar de medidas concretas, pero sí pidió "prudencia fiscal" y que se mantenga el superávit de la economía española, "que da una tranquilidad enorme a los agentes".

A su juicio, lo que "da tranquilidad a las familias y a las empresas es que los impuestos no van a subir, y que como mucho van a bajar", en cambio, añadió que "si tocamos eso y empieza a afectar al crecimiento, el problema es que a lo mejor en un futuro, si las cosas estuvieran mal dadas, habría que subir impuestos".

En este sentido, señaló que esto es lo que les ha pasado a otros países de Europa, frente a los que España está "en una situación de fortaleza y tranquilidad para enfrentarse a cualquier desaceleración", por lo que incidió en "ser muy cauto y muy prudente para que ese superávit se mantenga".

Durante su comparecencia, Fernández Ordóñez admitió que la turbulencia financiera internacional ha incrementado, "como en todas partes", la incertidumbre sobre el crecimiento de la economía española, aunque aseguró que ésta, está bien preparada para afrontar su impacto.

Asimismo, insistió en los "resortes de fortaleza" que ofrece el escenario de "continuado" dinamismo de la economía española, "aunque sea a tasas ligeramente más moderadas, pero con una composición más equilibrada", y la "solidez" de las instituciones financieras.

En este sentido, subrayó que según la duración de esas turbulencias, no cabe descartar que aparezcan algunas dificultades para que la demanda exterior continúe compensando la previsible moderación gradual de la demanda nacional.

Por todo ello, Fernández Ordóñez recomendó preservar un saldo presupuestario "suficientemente" holgado, por si es necesario "su potencial estabilizador en circunstancias menos favorables que las actuales".

Además, destacó la composición más equilibrada del gasto, a la que contribuyó el proceso de normalización de las condiciones monetarias y financieras que se inició a finales de 2005.

En su opinión, el escenario "más probable" para los próximos meses es de continuidad en la moderación "gradual" de la demanda interna y de crecimiento del PIB.

Fernández Ordóñez auguró que en el sector de la construcción es previsible que la inversión en obra civil y en edificación no residencial "se mantenga pujante en los próximos años, lo que podría moderar su impacto negativo sobre el crecimiento, donde parece haberse iniciado ya un cambio de fase cíclica".

Asimismo, se refirió a la posible influencia de las turbulencias financieras en la zona euro y auguró la continuación de la expansión de su PIB a tasas "ligeramente" inferiores a las que se anticipaban hace unos meses.

Esta previsión la basó en la solidez de la posición patrimonial de las empresas, en las tasas de beneficio esperadas y en la favorable respuesta del empleo al impulso de la actividad.

Desde la oposición, el secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, subrayó durante su intervención que España "es el país de la zona euro más endeudado, el que más financiación necesita", y añadió que "necesita recibir unos cien mil millones de euros al año para cubrir su desfase con el exterior".

Además, aseguró que las familias españolas "que mantenían en 2003 un equilibrio financiero, ahora tienen un déficit del 2,2 por ciento del PIB, mientras que las empresas han pasado del 3,8 por ciento del PIB de necesidad de financiación en 2003 al 8,1 por ciento en la actualidad".

Asimismo, destacó que tanto déficit de ahorro en nuestra economía deja una carga de deuda "que crece como la bola de nieve de las películas animadas". EFECOM

sgb/jlm

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky