
El Gobierno francés prepara un abono social que permita a las personas con pocos recursos disponer de un teléfono móvil por unos diez euros al mes y de una conexión a internet por unos veinte, a imagen de lo que ya existe para la telefonía fija, publicó hoy 'Le Parisien'.
El periódico indicó que el ministro francés de Industria y Economía Digital, Éric Besson, trabaja en este abono, que será el centro de una reunión con los operadores de móviles y con los servidores de internet el próximo jueves.
La tarifa de móviles de una decena de euros incluiría un paquete de comunicaciones de voz y mensajes cortos (SMS), mientras que la de internet supondría poder conectarse con banda ancha.
Para poder beneficiarse habría que cumplir una serie de condiciones, igual que ocurre desde 1997 con la telefonía fija, y que permite tener una línea abierta por 6,49 euros al mes, en lugar de los 16 euros que es la tarifa normal con el operador histórico France Télécom.
La puesta en marcha de este nuevo dispositivo necesita llegar a un acuerdo con los operadores, que contribuyen a los 30 millones de euros anuales al fondo del servicio universal que financia una parte de los abonos de las personas más pobres, y han calculado que ampliarlo a internet supondría al menos otros 20 millones.
El primer ministro francés, François Fillon, había declarado el pasado día 18 que "internet se ha convertido en una herramienta esencial como la electricidad. Acceder a una tarifa abordable es un imperativo de justicia social".
En Francia, las compañías de telecomunicaciones comercializan desde hace años ofertas de paquetes de telefonía fija -que incluyen llamadas por protocolo internet (IP)-, internet de banda ancha con una decena de megabits y varias decenas de canales de televisión por una treintena de euros.