
Se veía venir. Aunque finalmente la Seguridad Social ha conseguido no entrar en números rojos, se ha quedado al borde del precipicio. Su única salvación para poder presumir de un superávit de 2.382,97 millones de euros en 2010 han sido los intereses generados por los 64.500 millones del Fondo de Reserva.
Esta cuantía invertida sobre todo en deuda española (el 80% del total) y beneficiándose de una rentabilidad "superior al 4%", según el secretario de Estado del ramo, sumaron unos intereses de 2.661,39 millones de euros a las cuentas del sistema en el pasado ejercicio. Pese a cerrar el año con este excedente, el secretario de Estado de Seguridad Social explicó que "ha sido un año bastante malo, pero aun así hemos cumplido las previsiones".
Más gastos y menos ingresos
Claro que si examinamos las cuentas de forma más detenida, se observa de forma clara la gravedad de la situación. La diferencia entre los ingresos de las cotizaciones y el gasto en pensiones se reduce un 87% hasta los 238 millones de euros. O lo que es lo mismo, el excedente contributivo acaba el año en el 0,02% del Producto Interior Bruto. Una cifra insignificante, a fin de cuentas.
En definitiva, en 2010 el número de cotizantes ocupados descendió en casi 250.000 afiliados, lo que redujo su aportación a 94.822 millones de euros, 1.220 millones menos de los previstos en el presupuesto inicial. Además, a este descenso se añade el de los ingresos de las cotizaciones de los desempleados y de las bonificaciones de cuotas, que también se distanciaron de su previsión inicial hasta situarse en 10.860 millones, 473 millones de euros menos. El descenso de las aportaciones de los parados no se debe a que el nivel de paro haya descendido, sino todo lo contrario. El paro de larga duración se arraiga y el número de desempleados que agota su derecho a cobrar aumenta.
Por el lado de los gastos, a pesar de que el de las pensiones contributivas haya sido algo mayor de lo esperado (393 millones de euros más), el ahorro de costes en la incapacidad temporal ha sido de gran ayuda para no alcanzar el déficit. La crisis, por supuesto ha ayudado a combatir el absentismo y el sistema está combatiendo mejor el fraude. Así las cosas, el sistema de la Seguridad Social gastó 533 millones menos de lo presupuestado en las bajas laborales, situándose su saldo final en 6.839 millones de euros.
Para el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, la desviación de inflación ha causado el aumento de los gastos. En los Presupuestos de 2010, se previó un incremento de los precios del 1,5% en tasa interanual, pero la variación de este índice en noviembre fue del 2,3 por ciento. Esto supone una revisión de las pensiones de 2010, que se materializa en la paga de compensación, que cobran hoy todos los pensionistas, y que cuesta al sistema 1.135 millones con cargo al ejercicio de 2010.
Y para 2011...
Aunque no vayamos a ver creación de empleo neto hasta el segundo semestre de 2011, el secretario de Estado prevé que este año será mejor que el pasado ejercicio.
Granado tiene de su parte la congelación de las pensiones contributivas, lo que frenará el incremento del gasto, y la revalorización de las bases de cotización, que se incrementan un 2% las mínimas y un 1% las máximas.
Pero la única explicación para Octavio Granado es "que hemos sido más hormigas de cigarras" sobre todo si nos comparamos con el resto de los sistemas de la Unión Europea, que en estos momentos se encuentran todos en déficit, según afirmó el secretario de Estado.
De hecho, Granado fanfarroneó de que sus colegas europeos le preguntan que cómo consigue mantener el sistema con superávit con la que está cayendo. Tan sólo Noruega conserva unas reservas mayores a las españoles, que superan incluso los 200.000 millones de euros.
La hucha de las pensiones española contiene ya 64.500 millones de euros, de los que el 80% se encuentran invertidos en deuda soberana y, por ahora, "sólo vamos a comprar deuda española", explicó el secretario de Estado. El 20% restante del Fondo de Reserva todavía se encuentra invertido en deuda de Francia y de los Países Bajos de las operaciones que se realizaron entre los ejercicios de 2004 y 2008.
¿Y los aplazamientos?
Respecto a los superávit de 2008 y 2009, 8.800 y 8.501 millones respectivamente, que todavía no se han ingresado en el Fondo de Reserva, Granado afirmó que se continuarán empleando para financiar los aplazamientos de las cuotas a las empresas y que hasta que no acabe la crisis no se inyectarán en las reservas de la Seguridad Social. En cuanto a la morosidad de dichos préstamos, Granado apuntó que sólo está teniendo algún problema con la mitad de los aplazamientos, pero recordó que la mora se cobra a un 5% para las que son inferiores a tres meses y a un 10% para las que son superiores.