
Las turbulencias con las que arranca 2011 auguran movimientos en este mercado, influido por unas entidades necesitadas de captar pasivo y que siguen al albur de las tensiones internacionales que limitan al máximo el acceso a la financiación.
Todo hace pensar que muchas cajas y algunos bancos van a tardar en desprenderse de esos depósitos al 4 por ciento que desafían toda lógica. La razón es simple: el año no apunta maneras y la mayoría se encuentra sola ante el peligro de unos mercados a los que no termina de llegar la confianza. Tendrán, de nuevo, que tirar de los recursos domésticos: productos atractivos que reporten clientes y nuevo dinero.
Los ejemplos son numerosos, aunque no se anuncian y hay que buscarlos en ventanilla. Cajastur ofrece a los nuevos clientes rentabilidades que van del 4 por ciento a 18 meses al 4,1 para 24 meses y el 4,26 para 36 meses. Caja Granada dispone de un depósito creciente a cinco años que alcanza hasta un 4,5 por ciento. Caja Segovia y Caja Ávila apuran un 4,39 por ciento para un plazo de dos años. Y los portugueses Finantia Sofinloc y Espirito Santo alcanzan un 4,75 y 4,6 por ciento, respectivamente, en productos con plazos de un año y 18 meses. A éstos se suma Caixa Catalunya, que lanza el lunes un producto al 4,5 por ciento.
"Lamentablemente, las razones de fondo para las altas remuneraciones en depósito se mantienen", reflexiona José Luis Martínez, estratega de Citi. El año se estrena con nuevos temores a que la economía portuguesa tenga que ser rescatada, con la rentabilidad de sus bonos a 10 años disparada del 6,65 al 7,14 por ciento, una circunstancia que devuelve la desconfianza a países como el nuestro o Italia, lo que ejerce de efecto dominó en el ya de por sí reducido acceso de las entidades financieras al mercado de capitales.
Todo esto, sigue Martínez, "augura que los tipos de interés de remuneración serán elevados, enfatizados ahora por el futuro cambio de discurso del Banco Central Europeo sobre la política monetaria". Y si bien este experto no espera subidas de tipos en el año, "el mercado sí podría empezar a descontarlas para 2012".
Año revuelto, en cualquier caso, azuzado por las limitaciones que impone el Frob a las entidades que han recibido ayudas, esto es, no poder captar a sus clientes con ofertas agresivas. Finalmente hay que recordar los tijeretazos: Activo Bank, del 4 al 3,75 por ciento; BBVA, del 4 al 3,5 por ciento y Popular, del 3,75 al 3,25 por ciento.