El ministro de Fomento, José Blanco, ha asegurado que el diálogo con los controladores para alcanzar un acuerdo sobre el convenio colectivo "no puede eternizarse", para lo cual hay que "trabajar intensamente" y no "perder el tiempo".
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, el titular de la cartera de Fomento insistió en que el objetivo de las reuniones de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) Y la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), es "acordar dentro de la ley las líneas rojas de una negociación".
"Queremos concluir un diálogo que recuerdo que comenzó en 2005, que es cuando venció el convenio que ahora se trata de negociar", ha destacado el ministro, quien recordó que hubo un principio de acuerdo en el mes de agosto en el que ya se establecían y una serie de avances en relación a la negociación colectiva. "Tenemos que partir de ahí. No podemos estar todos los días replanteándolo todo", insistió.
Blanco clarificó también que la postura del Ministerio del que es titular es la misma que la de AENA. "Que yo sepa, al presidente de AENA lo nombra el ministro de Fomento y la dirección de AENA también, la nombra un consejo de administración, que a su vez lo nombra el ministro, no existen diferencias", aclaró.
"Nosotros lo que queremos es llegar a un acuerdo y hacerlo pronto,
y si no lo hacemos tendremos que hacerlo de otra forma", destacó el Blanco, quien aseguró que el Ministerio tiene "toda la determinación" para seguir avanzando en la reforma estructural que necesitaba la navegación aérea para ser más competitiva y para adecuar las tasas a las europeas.
"Tenemos que equiparar salarios a la media europea y en definitiva profundizar en un proceso de liberalización que introduzca más posibilidades de competir, más productividad, ese es el objetivo", aseveró.
Sobre la existencia de un 'Plan B' si no se llega a un acuerdo con los controladores, Blanco explicó que el Gobierno siempre hará lo mismo, que es "aplicar las leyes y la Constitución".
"Nosotros deseamos el acuerdo y si no hubiera acuerdo, seguiremos con nuestro calendario de reforma y con nuestra hoja de ruta. Las estrategias no se desvelan y por tanto no lo voy a hacer, pero el Gobierno ha demostrado determinación y creo que la forma de negociar nunca puede estar bajo la amenaza del chantaje", explicó.
Blanco recordó que "lo más revelador" de lo que ocurrió el día en que los controladores decidieron abandonar su puesto de trabajo fue cuando el colectivo fue al Ministerio a las 19.00 horas "con un papel en la mano" y aseguraron que si el Gobierno lo firmaba, se acababa el problema "en diez minutos". "Es una buena forma de decir que esto fue un motín, un sabotaje organizado", aclaró.
PRINCIPIO DE ACUERDO
Blanco insistió en que el objetivo de la reforma es rebajar los costes de navegación aérea y que los controladores "tienen que entenderlo", al tiempo que recordó que la masa salarial de los controladores que marca la nueva ley, de en torno a los 200.000 euros anuales, sigue siendo superior a la media de la UE y duplica el salario de otros profesionales como cirujanos y catedráticos.
En este sentido, detalló que en 1999 se pagaron 360 millones de euros en los controladores en horas extras y que en lo que va de 2010, sólo 2,5 millones como consecuencia de la reforma. "Los datos
hablan por sí solos y demuestran que no podíamos seguir teniendo un
sistema de navegación aérea tan costoso y con tan poca productividad", espetó.
El ministro señaló que existe un principio de acuerdo sobre la masa salarial y algunos avances en la negociación, como por ejemplo, los aspectos relativos al examen de competencia lingüística que tienen que pasar los efectivos. "Les hemos dado más tiempo para que afronten el reto", recalcó.