
El lujo en sus aviones vuelve a ser la obsesión de las grandes aerolíneas. Y si no que se lo pregunten a Airbus. El fabricante aeronáutico europeo entrega a comienzos de octubre el primer A380 a Singapore Airlines y ha tenido que realizar un encaje de bolillos para mantener en el mayor de los secretos la configuración interna del avión, que apostará por la mayor comodidad para sus pasajeros. Incluso se rumorea que Virgin, la aerolínea del excéntrico empresario Richard Branson, podría incluir un casino en su aviones A380.
Y es que el negocio ha vuelto a recuperarse tras la grave crisis para las aerolíneas que supusieron los atentados del 11 de septiembre. Muchas compañías aéreas en todo el mundo que aún mantienen el servicio de primeraclase en los vuelos transoceánicos.
Los analistas creen que en los próximos cinco años soló quedarán entre 20 y 25 aerolíneas que ofrezcan este servicio pero, aunque serán menos, las que lo hagan ofrecerán una calidad similar o superior a la de los hoteles de cinco estrellas.
La moda por el lujo a 10.000 metros de altitud ha llegado hasta tal punto que ya existen cuatro aerolíneas que no tienen clase turista en sus aviones y que sólo ofrecen servicio a pasajeros de alto standing en los vuelos que dan el salto de Europa a Nueva York.
Servicios de lujo
Silverjet, L'Avión, MAXjet y EOS han ido engrosando la lista. ¿Y cuál es el motivo de esta obsesión por dar un servicio de lujo a esta ruta? Sin duda, el hueco dejado por el avión supersónico Concorde, que dejó de operar en 2003 tras el trágico accidente del aeropuerto parisino de Charles de Gaulle.
Tras la decisión de British Airways y Air France, las dos compañías que explotaban los vuelos del Concorde, existía un gran número de pasajeros de calidad que se habían quedado en tierra.
Pero los reyes del lujo siguen siendo las aerolíneas asiáticas. La compañía india Jet Airways ha roto el mercado en los vuelos desde Londres a Mumbai. Por 4.000 libras, 1.000 menos que la primeraclase de British Airways en el mismo recorrido, el pasajero tiene derecho a una cabina individual con todos los lujos, como un mullido sillón que se hace cama o una televisión con pantalla de 23 pulgadas.
Algunos las han comenzado a bautizar como las low cost de lujo y han empezado a hacer daño a las aerolíneas tradicionales. De hecho, compañías como British Airways, Lufthansa, Air France y Delta han rebajado sus tarifas en la clase de negocios, una maniobra peligrosa para su rentabilidad.
¿Cuál es el peligro a tener en cuenta?
El por qué del peligro que corre la cuenta de resultados lo explica a elEconomista un consejero delegado de una aerolínea con vuelos intercontinentales. "En el negocio aéreo hay una premisa para hacer rentable una ruta. Si la aerolínea consigue llenar la clase turista, ya ha pagado el coste del vuelo (tripulación, queroseno, mantenimiento, aeropuertos, etc.). A partir de ahí, todas las butacas que consiga llenar en la primera clase son las ganancias que va a obtener".
Ahora, esta rentabilidad podría encontrarse en peligro si los precios del segmento de lujo comienzan a bajar. Pero nadie se cree que esto pase en las grandes aerolíneas asiáticas. ¿Alguien piensa que Singapore Airlines va a abaratar sus tarifas de primeraclase tras la inversión que ha realizado en una veintena de A380?
Sólo un dato para imaginarse como podrá ser el nuevo avión comercial más grande del mundo. En la configuración estándar que ofrece Airbus a sus clientes se pueden trasladar 555 pasajeros en tres clases: primera, segunda y turista. Singapore Airlines ya ha anunciado que sus aviones trasladarán menos de 520 clientes y que el espacio que ganen del pasaje lo emplearán en comodidad. ¡Sólo habrá 12 plazas en primera y 64 en business!
También puede hacerse una idea de lo que ofrecerá Singapore Airlines en el A380 echando un vistazo a lo que ya ofrece a sus clientes de primera, que tienen la posibilidad de elegir entre dos de los mejores champanes del mundo: Dom Perignon y Krug.
El lujo empieza en tierra
Con un mercado tan competitivo, las aerolíneas comienzan a captar en tierra a los clientes con todo tipo de servicios de lujo. Algunas, como Malaysian Airlines, ponen a disposición de los pasajeros de Londres la posibilidad de ir al aeropuerto en limusina. Y si cogen el avión en Kuala Lumpur pueden viajar en helicóptero hasta el aeropuerto.
Incluso las salas vip se superan a sí mismas. Es el caso de la nueva terminal de Lufthansa en Fráncfort para los pasajeros de primera y los poseedores de la tarjeta de fidelización. En sus modernas instalaciones de 1.800 metros cuadrados, el trato preferente con el cliente empieza en el parking, donde existe un servicio específico para aparcar el coche del cliente (o en su caso devolver el vehículo de alquiler) y llevar su equipaje.
Un asistente personal le recibe en la entrada y le acompaña haciéndose cargo de todo: facturación, control de seguridad (más rápido y discreto que el del resto de pasajeros)... Mientras, el cliente puede descansar en la zona vip en una habitación independiente. Y para llegar al avión, un Mercedes Clase S o un Porsche Cayenne le traslada directamente hasta las escalerillas. ¿Con qué servicios nos sorprenderán ahora en el A380?