
El sistema eléctrico español ha cambiado de forma radical en los últimos años. El crecimiento de las energías renovables y la gran producción de la tecnología eólica han hecho que en algunas horas del año el coste de la energía sea cero porque se casa en el mercado mayorista de electricidad (pool), a través del operador Omel, a un precio irreal ante la excesiva demanda.
Por ello, las eléctricas creen que este modelo es insostenible y ya han planteado a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) una reforma de arriba abajo de este mercado.
Para el sector, el pool ya no funciona con el crecimiento de las renovables. Así, las compañías han propuesto crear un mercado de capacidades en el que se oferten las tecnologías que más capacidad tengan.
Las eléctricas han planteado al regulador energético que un modelo a seguir sería el sistema alemán. En concreto, en este país existe un mercado mayorista de participación voluntaria, que convive con mercados de productos derivados, y un mercado maduro de productos a futuro, donde están presentes las principales empresas europeas y realizan importantes intercambios internacionales. Por su parte, en los mercados de servicios complementarios se operan de los sistemas de acuerdo con reglas estandarizadas y se basan en procedimientos comunes y transparentes de liquidación.
Otra de las peticiones del sector a la CNE es la necesidad de contener las primas a las renovables, especialmente a la fotovoltaica, ya que es un sistema que impide que se reduzcan los costes porque no hay presión competitiva. Las eléctricas también solicitan que se eliminen del recibo de la luz una serie de variables que nada tienen nen que ver con la generación, de tal forma que la tarifa no refleja los costes reales de la energía.
Entre estas variables destacan las primas a las renovables, que se cargan en el recibo y que alcanzan ya los 5.000 millones en los diez primeros meses del año, según la última liquidación de la CNE. Por este motivo, las grandes empresas energéticas piden que todos los sectores energéticos soporten los costes a las renovables. Esta iniciativa se aplicaría a través de lo que el sector ya ha acuñado como el céntimo verde, ya que consiste en una tasa que se aplicaría a las gasolinas y el gasóleo.
Otra de las peticiones para conseguir liberar el recibo de la luz es que el coste de las extrapeninsulares se traspase progresivamente a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Las eléctricas consideran prioritario esta reforma del sistema eléctrico para acabar con el déficit de tarifa que ya alcanza los 20.000 millones.
Para ello, creen necesario que, además de modificar el mercado de mayorista, el recibo de la luz no sea un arma política y que cada revisión tarifaria se utilice como moneda de cambio. No obstante, el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, quiere cerrar cuanto antes el Pacto Energético con los partidos políticos, materia que le ha encargado a su mano derecha, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, que también tiene la misión de lidiar con la actual crisis económica.
Este acuerdo pretende cerrar cuanto antes puntos pendientes del sector energético, como la Ley de Renovables prometida en el programa electoral de Zapatero en 2008 y la transposición de la directiva de energía renovables que tenía que estar en marcha antes del próximo 6 de diciembre.