
Los analistas ponen ahora sus ojos sobre Portugal. Creen que el país, potencial nuevo blanco especulador de los mercados, podría verse obligado a solicitar una ayuda financiera externa, al igual que han hecho ya Grecia e Irlanda. Olli Rehn: "Irlanda dejará de ser un país de baja fiscalidad tras el rescate".
"En los mercados, la idea es que una vez resuelto el caso de Irlanda, Portugal se encontrara en primera línea", declaraba ya el viernes el director del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) a cargo del país ibérico, Joao Cravinho.
Portugal niega los parecidos
Sin embargo, las autoridades portuguesas conservan aún la esperanza insistiendo en las diferencias entre su país e Irlanda, tal como lo habían hecho en su momento con la crisis griega.
Portugal "no necesita ninguna ayuda" para superar sus dificultades financieras, ha declarado hoy el primer ministro portugués José Sócrates, afirmando que "no hay ninguna relación" entre su país e Irlanda. "Escucho hablar mucho del FMI (Fondo Monetario Internacional). El país no necesita ninguna ayuda, lo que necesita es hacer lo que tiene que hacer, aprobar el presupuesto. Lo que necesita el país es la ayuda de los portugueses", ha declarado Sócrates a la prensa en Lisboa.
De su lado, el ministro portugués de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, se apresuró el domingo por la noche a saludar el "significativo" plan de ayuda a Irlanda que, a su entender, "calma los temores, reduce la incertidumbre y refuerza la confianza de los mercados".
Teixeira dos Santos también intentó despegar a Portugal de los problemas de Irlanda, subrayando que el país dispone de un sistema bancario "bien regulado y supervisado", "resistente y capitalizado". Además, recordó la "estrategia clara" del gobierno para reducir los déficits, reafirmando que se cumplirán los objetivos.
El mercado no lo tiene tan claro
Sin embargo, para la mayoría de los analistas, estos argumentos podrían ser insuficientes para tranquilizar a los mercados.
El lunes, el rendimiento de las obligaciones de Estado portuguesas a 10 años seguían subiendo y se situaban en 6,527%, frente 6,508% el viernes por la noche. "Si esta presión no afloja, Portugal se verá obligado a pedir una ayuda de emergencia", ha indicado en ese sentido la economista Tullia Bucco, del banco Unicrédit.
Por su parte, el experto Filipe Silva, del banco Carregosa, estima que "Portugal puede considerar que es insensato pagar tasas de 6 a 7%, o más, cuando puede pedir una ayuda exterior" con intereses más bajos.
Afectado por un crecimiento desigual en los últimos años, Portugal sufre una deuda pública de 161.000 millones de euros (unos 220.000 millones de dólares), es decir más del 82% de su PIB (Producto Interior Bruto), y no logra reducirla.
"El endeudamiento portugués progresó más en los primeros nueve meses del año que en el mismo periodo del año anterior", destaca el economista Ralph Solveen de Commerzbank al diario Financial Times.
"Las necesidades de financiación de Portugal son superiores a las de Irlanda", subrayaba por su parte el experto Nick Firoozye, del banco Nomura, citado el lunes por Diario Económico.
En efecto, si Portugal ya garantizó sus necesidades de financiamiento para 2010, la situación podría ser más complicada en 2011, con la llegada de vencimientos de su deuda pública por 25.600 millones de euros, de los cuales 19.700 millones son en el primer semestre.
En este contexto, el parlamento portugués se prepara para votar en forma definitiva el viernes un presupuesto de austeridad sin precedentes, que incluye baja de salarios y alza de impuestos, para recortar el déficit del 7,3% del PIB al 4,6%.
Ante esto, las dos principales centrales sindicales portuguesas, CGTP y UGT, unidas por primera vez desde 1988, convocaron para el miércoles una huelga general, que se presenta como el movimiento social más importante desde la llegada de la democracia en 1974.