El perfil de la empresa insolvente en España es el de una firma pequeña, con facturación inferior a cincuenta millones de euros, menos de cinco años de experiencia y que ha crecido aprovechando fases expansivas del ciclo económico, opinaron algunos expertos en los cursos de verano de El Escorial.
Otras características serían la falta de profesionalización, una estructura insuficientemente flexible para asumir descensos de actividad y una diversificación geográfica mal planificada, explicó la directiva de la aseguradora Crédito y Caución Cristina Muñoz en el curso "Actuación y Comunicación en Situaciones de Crisis".

Empeoramiento de la morosidad
Esta compañía estima que el empeoramiento de la morosidad empresarial se situó en el once por ciento en el primer semestre de 2007, por lo que se prevé un aumento de insolvencias judiciales del diez por ciento en los próximos doce meses.
Muñoz destacó que sólo la cuarta parte de las empresas cuentan con un seguro contra impagos, a pesar de que la morosidad de los clientes causa una cada cuatro quiebras empresariales en la Unión Europea, añadió basándose en datos comunitarios.
Esto demuestra, según señaló, que este riesgo es menos percibido por las compañías que otros como incendios, robos o accidentes laborales, para los que la mayoría de las firmas sí cuentan con seguros.
El 58 por ciento de las empresas españolas tuvo algún siniestro en el último año, porcentaje que se eleva al 95 por ciento en los últimos cinco años, según datos de la Memoria Social del Seguro citados durante el curso.