Se encuentran normalmente en la periferia de las grandes ciudades y ofrecen casi los mismos servicios que sus hermanos del centro pero a un precio sensiblemente inferior. Son los hoteles de bajo coste, un fenómeno en constante crecimiento que facturó durante el pasado año 2006 más de 145 millones de euros.
Nacidos a la sombra de los vuelos low cost -incluso algunas compañías se dedican a ambos negocios-, los alojamientos de bajo coste han irrumpido en el mercado hotelero ofreciendo unos precios muy competitivos... aunque a varios kilómetros de distancia de los principales centros turísticos y económicos de las ciudades.
Según el informe de DBK, durante 2006 en España operaron 129 establecimientos de esta naturaleza con una oferta total de 10.000 habitaciones, la mayoría dobles, que se podían ocupar por un precio medio de entre 50 y 75 euros.
Menos servicios
Dos terceras partes de estos hoteles estaban ubicados en áreas periféricas, un 10 por ciento en carreteras y un 23 por ciento en centros urbanos. En este último caso, la singularidad de estos establecimientos hace que sus tarifas varíen en función de los servicios que pida el cliente.
Normalmente, de partida no se ofrece ni servicio de habitaciones, ni televisión, ni alguna otra comodidad. Si se requieren, se pagan. De forma que la tarifa básica aumenta en función de las comidades pedidas por el cliente hasta acercarse a los precios normales de mercado.
Las quince compañías que operan en el sector se han decantado por las grandes urbes para ubicar sus alojamientos. Así, en Madrid se encuentran el 28 por ciento de los hoteles de este tipo y en Cataluña, el 20. Es decir, que entre estas dos comunidades concentran la mitad de la oferta.
Buenas perspectivas
El informe de DBK identifica el sector como un ámbito en plena expansión y con grandes perspectivas de futuro para los próximos años.
Si el tamaño del sector de los hoteles de bajo coste se duplicó desde principios de siglo, pasando de los 60 establecimientos y 4.500 habitaciones ofertadas en 2002, a los 129 hoteles y 10.000 habitaciones registradas el pasado año, en los próximos años esta progresión se puede acentuar.
La consultora estima que a la finalización de este año el número de establecimientos hoteleros de bajo coste ascenderá a 145 y a 165 cuanto termine 2008. El número de camas que ofrecerán también crecerá hasta las 11.400 este mismo año y hasta las 13.000 el que viene.
La facturación del sector ha crecido un 22 por ciento desde 2002 y continuarán por una senda similar en los próximos años. Para 2007 se prevé un incremento del 10 por ciento y para 2008, del 15 por ciento.
El 'boom' del bajo coste
La irrupción de las compañías aéreas low cost ha supuesto una auténtica revolución en el mercado turístico. Los clientes saben ahora que pueden viajar hasta los mismos destinos y alojarse en las mismas ciudades a precios más reducidos, sólo prescindiendo de algunas comodidades.
Éste auge se ha convertido en el principal quebradero de cabeza del sector, que ha visto como el gasto medio por turista se desplomaba en los últimos años.