
El que fuera economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Simon Johnson, ha puesto de manifiesto una nueva teoría sobre los riesgos que entrama la globalización de grandes entidades bancarias estadounidenses. Desde su punto de vista, el problema a partir de ahora no está en los bancos demasiado grandes como para dejarlos caer sino en los demasiado internacionalizados.
En un artículo publicado en la revista New Republic, Simon apunta que el punto de escape para muchos bancos a la reforma financiera aprobada el pasado mes de julio reside, principalmente, en convertirse en entidades tan extendidas a nivel internacional, que los gobiernos de todo el mundo tengan que garantizar su supervivencia para evitar un colapso financiero.
Para justificar esta teoría el actual miembro del Peterson Institute for International Economics señala directamente la estrategia trazada por Jamie Dimon, el actual consejero de JP Morgan Chase y uno de los ejecutivos más respetados de Wall Street. El capitán del gigante bancario realizó el pasado mes de junio varios viajes a China, India y Rusia en busca de una expansión mucho más agresiva en el grupo de los BRIC (como se conoce a economías emergentes como Brasil, Rusia, India y China).
Hasta la fecha, las operaciones de banca de inversión de JP Morgan Chase han estado completamente centralizadas en Europa Occidental sin embargo, bajo órdenes expresas del propio Dimon, ahora el banco busca expandirse más allá. A día de hoy, la entidad tiene sus miras fijadas en países del sureste asiático como Vietnam e Indonesia así como Oriente Medio y África.
La estrategia de Dimon
Según declaró Dimon al New York Times, "la compañía va estar completamente apoyada en su estrategia internacional". De momento, JP Morgan planea triplicar sus activos de banca privada en Asia durante los próximos cinco años y espera que Asia suponga la mitad de sus ingresos internacionales en el futuro más inmediato.
Para Simon Johnson la estrategia de Dimon no es conspiratoria sino que dará lugar a un banco demasiado global como para poder caer. Ésto, desde un punto de vista de estrategia corporativa, es todo un logro que, además, es completamente legal bajo la nueva reforma financiera. JP Morgan está aprovechando todos los incentivos internacionales que se ponen a su paso, sin embargo, Simon reconoce que "esto es muy peligroso para el resto del mundo".