
Los ministros de economía del Grupo de los 20, así como los gobernadores de los bancos centrales, intentarán en las próximas 48 horas coger por los cuernos un asunto tremendamente delicado: el tipo cambiario y su impacto en la economía mundial.
Desde la localidad surcoreana de Gyeongju, los primeros indicios apuntan que los responsables de finanzas alcanzarán algún tipo de acuerdo para evitar "una devaluación competitiva" de las divisas que desate una batalla campal y un incremento del proteccionismo.
El primer borrador del comunicado que emitirán los ministros el próximo sábado, filtrado por la agencia Dow Jones Newswires, apunta que el G-20 espera "evolucionar hacia un sistema cambiario determinado por el mercado y alejarse de las devaluación competitiva de las divisas". Al mismo tiempo, los ministros se comprometen "a minimizar los efectos de la excesiva volatilidad y los movimientos desordenados en los tipos cambiarios".
Sin embargo en estos momentos las rencillas son más que evidentes. China sigue sin mostrar interés alguno para encarecer su moneda mientras en Estados Unidos, la Reserva Federal se prepara para una nueva oleada de medidas, como la compra de bonos, que acabarán por devaluar el dólar. De hecho, Pekín ha llagado a tachar la política monetaria de EEUU de "irresponsable".
El mensaje de Geithner
Dadas las circunstancias, el secretario del Tesoro de EEUU, Tim Geithner, llegaba a Corea del Sur con un mensaje claro. "Nos gustaría que los países del G-20 avancen en el establecimiento de normas sobre la política de tasas de intercambio", dijo en una entrevista concedida al Wall Street Journal. En este sentido, el funcionario norteamericano justificó la imposición de nuevas directrices ya que a día de hoy no existe "una idea establecida de lo que es justo".
Previamente, Geithner estableció alianzas con otros países, como por ejemplo Brasil. El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, mantuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense donde Geithner le aseguró que EEUU no permitirá que el dólar se devalúe artificialmente.
"Para mí lo que más desestabiliza el cambio mundial es la depreciación del dólar, incluso más que la del yuan", explicó Mantega a la prensa local. Esta preocupación también se traslada a Canadá. Su ministro de finanzas, Jim Flaherty, reconoció que "siempre estamos preocupados por la volatilidad del dólar estadounidense".
¿Afectará a la recuperación mundial?
Por su parte, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, advirtió esta semana que si no se alcanza un acuerdo mañana sábado, "el conflicto de políticas monetarias provocará una indeseable caída del crecimiento mundial".
Los países de la Unión Europea dentro del G20 también tienen en juego la recuperación económica del Viejo Continente. Al fin y al cabo, el euro se ha revalorizado hasta cambiarse a 1,40 dólares, algo que podría dañar sus exportaciones, en un momento en que muchos países miembros tambien lídian con la ardua tarea de consolidar sus cuentas fiscales.