
Es un hecho objetivo que los precios se han recuperado con cierta celeridad y también es un hecho que después de la debacle del año 2009 respecto al crecimiento económico, este año se distingue por un crecimiento pírrico en términos intertrimestrales y todavía una caída en términos interanuales. ¿Apunta la situación de estancamiento económico a una elevación de los precios que sumiera el país en una estanflación?
Los analistas quieren descartar a priori que exista la menor amenaza. Sin embargo, a medida que se avanza en los razonamientos hay elementos a considerar como amenazantes, todavía latentes, pero no desdeñables en una situación económica internacional tan fluida como la que atravesamos en la que un día la preocupación es la deuda externa, el siguiente el crecimiento, el tercero las divisas, y en medio un tirón de los precios de las materias primas alimentarias que puso en guardia a todo el mundo y las crónicas dificultades presupuestarias de los estados que hacen temer porque la palanca definitiva de los ajustes sean las subidas de impuestos.
En opinión del Emiliano Carluccio, del Instituto Flores de Lemus, los precios "son actualmente la variable económica más estable". Para este experto, "no hay un peligro de estanflación con carácter inmediato, y sólo los impuestos a los que se recurriera para realizar el ajuste m presupuestario podrían provocar dificultades de esta índole, aunque los efectos de las subidas de impuestos son transitorios y se absorben en prácticamente un año.
Si aventura el experto de Flores de Lemus que la subida de los alimentos elaborados pueda ser un indicativo de tensiones en los precios de la materias primas, como consecuencia de la decisión de Rusia de recortar sus exportaciones de cereales.
Para Carluccio, el bajo crecimiento es la verdadera preocupación, porque el pequeño rebrote que han tenido las economías circundantes no se ha sabido aprovechar por parte de España y en los próximos meses se desvanece la mejoría observada en el primer semestre.
Ángel Laborda, director de Coyuntura de Funcas, "la inflación esta creciendo a tasas del 2 por ciento e incluso si quitamos la energía, el IPC subyacente es de prever que me mantenga entre 1,5 por ciento y el 2 por ciento para el año que viene. Pero no se puede hablar de estanflación. La inflación no va a ir mucho más lejos, porque si está alta es por los precios de la energía, pero si el petróleo no se dispara, no tiene por que elevarse desmesuradamente el IPC.
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