
Ginebra, 30 sep (EFE).- La confianza gubernamental ha crecido en Latinoamérica más que en ninguna otra región desde que comenzó la crisis, según revela un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) difundido hoy.
En 2009, el 45,5 por ciento de latinoamericanos manifestó su confianza en los gobiernos, cuatro puntos más que en 2006, cuando este porcentaje alcanzaba el 41,5 por ciento, lo que situaba a la región como la de con menos confianza gubernamental.
Con este avance en los últimos tres años, Latinoamérica se situó en 2009 como la tercera región que más confía en sus gobiernos, sólo por detrás del África subsahariana y de Asia-Pacifico, la otra zona que aumentó en este apartado entre 2006 y 2009.
En ese mismo periodo, sin embargo, la sensación de injusticia creció en Latinoamérica, como sólo ocurrió también en los países avanzados y en Europa Central y del Este, de acuerdo con el citado estudio de la OIT, titulado "¿De una crisis a la siguiente?, que analiza distintos aspectos socio-laborales y económicos en todo el mundo.
Para el 18 por ciento de latinoamericanos encuestados en 2009, trabajar más o menos no garantizaba la subida de peldaños laborales, mientras que en 2006 esta cuota fue cercana al 12 por ciento.
En cualquier caso, el informe resalta a Latinoamérica como la única región, junto a Asia, donde se aprecian "alentadores indicios de una recuperación de empleo", tras tres años de crisis financiera.
No obstante, estima que en América Latina y en el Caribe se necesita la creación de 2,1 millones de puestos de trabajos para recuperar el nivel de empleo que había antes de la recesión económica.
"La crisis no se originó en Latinoamérica, y el continente estaba globalmente en una situación algo mejor que los países desarrollados donde se originó la crisis", declaró a Efe el responsable del estudio, Raymond Torres.
"Latinoamérica tuvo básicamente una crisis de comercio exterior, y una disminución del precio de las materias primas en algún momento", precisó Torres, director del Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT.
Torres alabó la respuesta a la crisis de la región, que fue distinta a las anteriores.
"Así como en crisis previas la respuesta siempre era la misma: reducir salarios, reducir protección social, desregular el mercado laboral, esta vez se tuvo en cuenta una estrategia mucho más inclusiva, y que ha tenido resultados muy positivos", elogió.
Y para ilustrar estos efectos, Torres mencionó "el programa Bolsa Familia en Brasil, la política social en Argentina, dispositivos de inversión con contenido fuerte en empleo en Chile o en México".
Por contra, el empleo en los países desarrollados sólo recuperará el nivel de antes de la crisis en 2015, y no en 2013 como se auguraba hace un año.
Según el informe, la principal razón para el cambio de este pronóstico reside en la retirada de los estímulos fiscales, "decisivos para el despegue de la recuperación", por lo que concluye que "la austeridad prolongará la crisis del empleo.
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