La economía estadounidense creció un 1,7% anualizado en el segundo trimestre, una décima más de lo anteriormente publicado, según la segunda revisión del PIB publicada por el Departamente de Comercio de EEUU.
El incremento del PIB real en el segundo trimestre refleja principalmente las aportaciones positivas procedentes del consumo personal (+2,2%, frente 2% publicado inicialmente), las inversiones fijas no residenciales, las exportaciones, las inversiones en inventarios por parte de las empresas y el gasto del gobierno federal.
Según el organismo federal, las importaciones tuvieron una contribución negativa en el cálculo del PIB.
De este modo, la Administración precisó que la desaceleración del PIB observada en el segundo trimestre refleja principalmente la "acusada aceleración" de las importaciones y una "aguda desaceleración" en las inversiones en inventarios por parte de las empresas, compensadas parcialmente por el aumento de las inversiones fijas residenciales, así como la aceleración de las inversiones fijas no residenciales y el aumento del gasto público a nivel federal y local.
Los analistas esperaban que no hubiera cambios respecto a la primera revisión, que fue del 1,6%. Con todo, supone una ralentización importante tras el crecimiento del 3,7% del primer trimestre y respecto al primer dato del segundo trimestre, que mostró un crecimiento del 2,4%.
La anterior estimación del PIB de EEUU
