
¿Sabe a qué destinan las autoridades el dinero que consiguen a través de los impuestos? ¿Cree que está bien aprovechado? A juzgar por una encuesta realizada por la cadena británica BBC en 22 países, la respuesta es no: el 52% de la población mundial cree que las autoridades malgastan el dinero de la ciudadanía.
Sin embargo, se aprecian diferencias notables entre las más de 22.000 personas sondeadas, dependiendo de su país de residencia. La nación en la que los ciudadanos confían menos en el uso que se hace de la recaudación tributaria es Colombia: nada menos que el 74% de los colombianos considera que el dinero de sus impuestos no se gasta de manera que sirva a los intereses y los valores del país.
En los países con más población, como EEUU o China este porcentaje es más moderado, y se sitúa en el 55% y el 46%, respectivamente. Pero uno de los casos más llamativos es España: es el país en cuyos habitantes más confían en lo que respecta a utilización del dinero público, ya que sólo un 34% de los españoles reconoce que duda del destino de la recaudación tributaria.
¿Más o menos intervención?
España también es uno de los pocos países recogidos en el sondeo en el que la ciudadanía se muestra en contra de que los Gobiernos aumenten la regulación y los controles sobre la economía, igual que EEUU, Australia y Turquía. En el resto, hay un apoyo bastante claro, aunque no muy fuerte, a una mayor intervención estatal.
"A medida que los países luchan para lograr la recuperación económica, los ciudadanos quieren un gobierno más activo, pero también una intervención del gobierno más eficaz en la economía para satisfacer las necesidades reales de los ciudadanos, incluida la estabilización del precio de los alimentos", señala Doug Miller, presidente de GlobeScan, una de las agencias de investigación que realizó la encuesta, en declaraciones a la BBC.
En cuanto a las perspectivas de futuro de la economía, los ciudadanos más optimistas son los de países en vías de desarrollo donde la recuperación es en general bastante robusta, como Brasil, India, China, Nigeria y Filipinas.
Sin embargo, los habitantes de países desarrollados en los que la economía sigue mostrando debilidad son los que tienen menos motivos para la esperanza. Especialmente en España, Francia, Reino Unido y EEUU.