
Pronto habrá una nueva baja en el gabinete económico de la Administración Obama. La marcha de Larry Summers podría no consumarse hasta noviembre, pero las especulaciones acerca de quién será la persona que cubra el puesto vacante ya se acumulan. Y una de las que cobra más fuerza es la de recurrir al mundo de los negocios.
Hoy se ha conocido que el director del Consejo Económico Nacional, Larry Summers, abandonará el cargo posiblemente después de que tengan lugar las elecciones legislativas el próximo mes de noviembre.
Y poner en su lugar a un alto ejecutivo de alguna compañía de renombre no es una idea descabellada, en atención a lo que afirman varios medios estadounidenses, que señalan a Summers como uno de los responsables directos de los problemas que Washington tiene con los empresarios.
Hacer las paces con las empresas
El que fuera presidente de la Universidad de Harvard, ha conseguido levantar ampollas entre el corporate estadounidense debido a su poco apoyo a los directivos. Con su marcha, el presidente Barack Obama tendría en bandeja la oportunidad de reconducir la situación.
De hecho, el mandatario estadounidense ha tomado ya este rumbo: esta semana, en un encuentro organizado por la CNBC, exhibió un discurso conciliador con los bancos y con Wall Street, los protagonistas de importantes reformas normativas.
Medios como Bloomberg, Reuters o el The New York Times incluso han apuntado nombres concretos como el de Richard D. Parsons, presidente de Citigroup; Jeffrey Immelt, consejero delegado de General Electric; o Anne Mulcahy, antigua máxima responsable de Xerox.
Otros de los posibles candidatos son David Cote, CEO de Honeywell; Mark Zandi, el economista jefe de Moody's Analytics; o Gary Gensler, que fue ejecutivo de Goldman Sachs.