Se cumple la predicción de que el equipo económico del presidente, Barack Obama, se desintegra. Según adelantaba la agencia Bloomberg y otros canales de television estadounidenses como la NBC, el máximo consejero económico del presidente, Larry Summers abandonará su puesto, posiblemente poco después de las elecciones legislativas. Christina Romer también saltó del barco y Obama tuvo que nombrar a Goolsbee como máximo economista de la Casa Blanca.
El portavoz de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, ya intentó calmar los ánimos esta mañana al afirmar que Obama estaba muy contento con la labor tanto de Summers como del secretario del Tesoro, Tim Geithner, del que se rumorea su destitución desde hace meses.
Sin embargo, Obama ya dejó caer cambios en su equipo económico al afirmar el lunes en un encuentro ante la CNBC que su administración "piensa constantemente en si hay mejores opciones" para uno u otro puesto.
De un tiempo a esta parte, el presidente ha perdido la confianza de los empresarios. Muchos achacan este problema a Summers, director del Consejo Económico Nacional.
Desencuentros con Geithner
El que fuera presidente de la Universidad de Harvard, y polémico por su presunta misoginía, ha conseguido levantar ampollas entre el corporate norteamericano debido a su poco apoyo a los empresarios. Ahora se dice que Obama podría nombrar a un alto ejecutivo de alguna compañía norteamericana para sustituir a Summers.
Summers también ha tenido encontronazos con su alumno aventajado, Tim Geithner, al que recomendó para el puesto en el Tesoro pero con el que ha discrepado posteriormente. Dicen en Washington que Christina Romer, ex presidenta del grupo de consejeros de la Casa Blanca abandonó el puesto debido a los roces constantes con el todavía director del Consejo Económico del Presidente.
El equipo económico se desmorona
