
El ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, volvió a soltar algunas de sus perlas durante una conferencia celebrada en el Consejo de Relaciones Internacionales, en Nueva York. Greenspan dejó claro que los estímulos fiscales puestos en marcha para hacer frente a la recesión han funcionado menos de lo previsto.
"Debemos encontrar una forma de controlar el activismo fiscal y permitir que la economía se recupere", dijo, al mismo tiempo que por primera vez se mostró a favor de "subir los impuestos". En lo que se refiere a una nueva contracción económica en EEUU, Greenspan aseguró que las posibilidades habían disminuido pero añadió que "todas las apuestas son posibles" si el precio de la vivienda vuelve a caer.
Durante la jornada de hoy, los datos macroeconómicos han vuelto a dejar un sabor agridulce que ha demostrado una vez más la falta de rumbo. La encuesta manufacturera Empire State de la Reserva de Nueva York caía en septiembre tres puntos hasta situarse en los 4,1, muy por debajo de las previsiones que esperaban que la actividad manufacturera alcanzase la cota de los 8 puntos.
Por su parte, la nota dulce ha llegado de la mano de la producción industrial, que creció en agosto por segundo mes consecutivo. Un incremento del 0,2% que demuestra que el sector que llegó a capitanear la recuperación económica en EEUU registra todavía señales de vida. Eso sí la cifra de julio fue revisada a la baja por la Reserva Federal, con un crecimiento final del 0,6% frente al 1% inicial.
También han convencido los precios de importación que subieron un 0,6% en agosto, debido a un aumento de los precios energéticos. Esto aleja los miedos a una temida deflación en EEUU, algo que demostró Pimco, el mayor tenedor privado de deuda pública, que ha invertido 8.100 millones de dólares en contra de una posible caída de precios en el país.