
El Ikea Billy Bookshelf Index ha caído en la Eurozona en el último año, mostrando el proceso de ajuste de precios que se está realizando con la crisis. Creado por Bloomberg, mide los cambios en los precios de la estantería Billy en dólares en 37 países en el último año, de una manera similar al famoso índice Big Mac de The Economist.
La caída media de los precios de Billy en los 37 países que mide ha sido del 7,6%, hasta 55,54 dólares (frente a los 60,09 de hace un año), destacando el descenso en Grecia, que ha sido del 22%, de 45 a 35 euros). Este descenso de 10 euros es el mayor de la Eurozona, sólo igualado por Chipre.
El índice muestra que en Irlanda el precio se ha reducido de 29 a 35 euros, mientras que se mantuvieron en España y subieron 29 céntimos en Portugal, hasta los 35,29 euros.
En dólares, los precios de Billy han bajado en los 13 miembros de la Eurozona que forman parte del índice. Además de en la Eurozona, los precios sólo cayeron en Rumanía, en Hungría y en Israel.
Globalmente, los precios más bajos se encontraron en Francia, Bélgica y España, donde cada estantería costaba 38,53; 44,88 y 44,95 dólares, respectivamente. Los precios más altos se dieron en Israel, República Dominicana, Arabia Saudí y Australia, con precios de 85,77; 76,11; 73,33 y 71,58 dólares.
Según el Ikea Index, las mayores caídas de precios (en dólares) se dieron en Rumanía (27,6%), Grecia y Chipre (en ambos casos un 24,3%). Las mayores subidas fueron en Japón, Singapur e Islandia, con ascensos del 22,2%, del 15,2% y del 15,1%, respectivamente.
En moneda local, los precios se mantuvieron estables, además de en España, en el Reino Unido, con 29,9 libras, y en EEUU, en 59,99 dólares. Todos los precios se recopilaron ayer 14 de septiembre y se convirtieron a dólares con la cotización media de los últimos 30 días.
El famoso Big Mac Index de la revista The Economist, que también mide los precios en dólares, mostró en julio que el lugar más caro para comprar su hamburguesa fue en Suecia, mientras que el más barato fue en Argentina, según recuerda la agencia estadounidense.
"Para Grecia e Irlanda esto es una cuestión de oferta y demanda", explicó Francete Koechlin, estadística de la OCDE. "La gente no está comprando por lo que están recortando los precios". Sin embargo, Koechlin añadió a Bloomberg que hay que tener cuidado con los índices que controlan un sólo producto porque las fluctuaciones de la moneda (el euro ha caído un 11% en un año, por ejemplo) hace que los precios relativos cambien de manera automática.