
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, eligió a Austan Goolsbee para reemplazar a Christina Romer como presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca.
El anuncio garantizará el continuismo en las políticas económicas del equipo de Obama en un momento importante, mientras el presidente intenta reanimar una economía que no acaba de remontar y aumentan las especulaciones sobre otros altos cargos, como su jefe de gabinete Rahm Emanuel.
Obama hizo el anuncio oficial en una rueda de prensa el celebrada hoy. El Consejo es una fuente clave de asesoramiento económico para el presidente y su máximo dirigente desempeña un papel de liderazgo a la hora de explicar el mensaje económico de la Casa Blanca, un puesto importante en favor de Obama mientas la ansiedad sobre la recuperación daña sus niveles de aprobación.
"Austan ha sido un buen amigo y es uno de los mejores economistas del país. No sólo es brillante, si no que además es alguien que tiene un gran conocimiento de cómo la economía impacta en el día a día de la gente", señaló Obama en declaraciones recogidas por MarketWatch.
Entre el presidente y el director del Consejo
Goolsbee, economista de la escuela de negocios de la Universidad de Chicago, ya era miembro del Consejo y no necesita aprobación del Congreso para convertirse en el presidente.
Sin embargo, no todos creen que Goolsbee se vaya a convertir en la nueva mano derecha de Obama. Y es que, aunque ha hecho de portavoz para algunas políticas económicas del presidente, según Dean Baker, co director del Centro de Análisis de la Política Económica (CEPR), Larry Summers, director del Consejo, va a ser la verdadera figura clave del ejecutivo.
Una recuperación "dolorosamente" lenta
En la misma rueda de prensa donde anunció el nuevo nombramiento, Obama, reconoció que, aunque la recuperación de la economía estadounidense sigue adelante, el "agujero" que dejó la crisis económica fue "enorme" y que el progreso de salida de la recesión ha sido "dolorosamente lento".
El presidente de EEUU insistió en su apoyo a las familias de clase media y en aprobar exenciones fiscales para ellas, en vez de mantener las rebajas los impuestos a los ricos. En este sentido, se mostró dispuesto a trabajar en un proyecto de ley sobre este tema que se apruebe en aproximadamente en un mes, y acusó a los republicanos de intentar evitar que este proyecto de ley salga adelante.
En esta línea, reclamó a los republicanos que apoyen en el Senado las nuevas medidas de estímulo fiscal que ha presentado en diferentes comparecencias esta semana con las que pretende incentivar a las empresas para que contraten nuevos trabajadores y conseguir así reducir una tasa de empleo que está cercana al 10%.