
El miércoles pasado, Zimbabwe celebró su primera subasta de la piedra preciosa en meses, después de que se levantara el veto que el supervisor le impuso en noviembre. Sin embargo, la firma estadounidense Rapaport Network, una gran red comercial que conecta a proveedores y compradores de piedras preciosas, no cree que el Proceso de Kimberly pueda garantizar que no son 'diamantes de sangre' y ha prohibido su venta.
En concreto, el presidente de la firma, Martin Rapaport, ha explicado que expulsará a aquel socio que venda, con conocimiento de causa, diamantes procedentes de la región de Marange. "No toleraremos el uso de nuestras redes de comercialización para la distribución de diamantes que relacionados con violaciones de los derechos humanos", afirmó.
"RapNet no permitirá la comercialización de ningún diamante de Marange", aseguró Rapaport en su comunicado, en el que añade que harán públicos los nombres de aquellos que comercien con gemas de Zimbabwe.
La red Rapaport Diamond Trading Network, con sede en Estados Unidos, aglutina a 10.000 socios de todo el mundo.
Se retomaron las subastas
Zimbabwe subastó el pasado miércoles 900.000 quilates de diamantes en bruto, después de que el Proceso de Kimberly -sistema de certificación internacional creado para evitar la venta de diamantes de sangre, con los que se financian conflictos armados- asegurase que se cumplían las normas mínimas.
Sin embargo, las ONG y asociaciones en favor de los derechos humanos denuncian que en la región de Marange se siguen maltratando a los habitantes y que soldados mataron a 200 personas y sometieron a la población, incluidos los niños, a la esclavitud.
Martin Rapaport, que en febrero renunció como presidente del Consejo Mundial del Diamante, ya manifestó su rechazó a la decisión del supervisor el mismo día de la subasta. "La tragedia de Zimbabwe es que el Proceso de Kimberley ha comenzado a legitimar, legalizar y 'desinfectar' diamantes de sangre", afirmó el miércoles pasado.