
Trece días después de ser lanzado en España por Movistar, Vodafone y Orange, conseguir el nuevo iPhone 4 no es una misión imposible, pero sí una tarea compleja por la persistente demanda y las limitadas unidades que Apple ha puesto a disposición de los tres operadores, según reconocen fuentes oficiales consultadas.
No está agotado, pero para adquirirlo hay que recorrer distintas tiendas y confiar en la buena suerte.
Para intentar resolver este tradicional problema de abastecimiento comercial, ya detectado con motivo del lanzamiento del iPad, Apple ha tomado cartas en un asunto estrechamente ligado a la capacidad industrial de sus distintos suministradores.
Diez millones de unidades
Según una nota remitida a sus inversores por Vijay Rakesh, analista de Sterne Agge, la multinacional californiana ha encargado a sus proveedores que fabriquen diez millones de unidades para afrontar con garantías las ventas correspondientes al cuarto trimestre del año.
Con esta decisión, Apple pretende cubrir la creciente demanda de su nuevo terminal inteligente, que a finales de septiembre estará a la venta en un total de 88 países.
Según el analista, la compañía ha comercializado hasta la fecha 8,4 millones de teléfonos, incluyendo los 1,7 millones de unidades vendidos en la primera semana que estuvo disponible en las tiendas de Estados Unidos.
Escasa repercusión de los problemas de cobertura
El encargo también pone de manifiesto la reducida incidencia que han tenido los problemas de cobertura reconocidos por la propia compañía, el ya famoso antenagate, solucionado mediante una funda que Apple regala en el momento de la adquisición del nuevo terminal. Fuentes solventes apuntan a que la baja cobertura está exclusivamente ceñida a la red de la operadora norteamericana AT&T, y no afecta a los operadores que venden el nuevo terminal en Europa.
Además de cubrir con solvencia la creciente demanda, Apple se prepara para la fuerte competencia que se avecina con el lanzamiento de la BlackBerry Torch, el Motorola Droid y el Samsung Galaxy S.