
La amenaza de huelga de los controladores aéreos ha tenido en vilo a España esta semana, también marcada por los anuncios de reactivación, aunque débil, de la economía, la nueva bajada mensual del paro, el descenso del coste de la deuda y las terceras ganancias semanales seguidas de la Bolsa.
Tras el bloqueo anoche de las negociaciones entre Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) y la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), cobra fuerza el riesgo de una huelga a partir del penúltimo fin de semana de agosto, con el consiguiente coste para el turismo, uno de los pilares de la economía española.
La mera amenaza de un paro laboral en el control aéreo ya está pasando factura: así, el sector hotelero cifra en unos 40 millones de euros diarios sus perdidas ocasionadas por este motivo.
Recuperación débil
Ello, en el contexto de una recuperación débil de la economía, según los datos adelantados ayer por el Banco de España.
El Producto Interior Bruto (PIB) creció un 0,2% en el segundo trimestre -tras el avance del 0,1% en el primero, cuando la economía salió de la recesión-, y cayó un 0,2% interanual.
La reactivación en abril-junio se debió sobre todo al aumento del consumo privado, aprovechando los incentivos para comprar coches y adelantándose a la subida del IVA el 1 de julio.
La desaparición de estos dos factores, sumada a la moderación de las rentas salariales y al plan de ajuste para reducir el déficit, pueden incidir en el segundo semestre.
Para el Banco de España, que ni habla de recaída, es "crucial" que continúe el ajuste presupuestario. Si no fuera suficiente, el Gobierno tendría que tomar nuevas medidas fiscales, dice.
El hecho de que la economía creciera en el segundo trimestre más que en el primero es digno de destacar ya que se produjo en un período muy turbulento para España en los mercados internacionales.
La vuelta de la confianza quedó patente el pasado jueves cuando el Tesoro colocó 3.500 millones de euros en bonos a tres años a un coste muy inferior al de la subasta anterior, a finales de junio.
Otra nota alentadora de la semana fue el cuarto descenso mensual consecutivo del número de desempleados registrados. En julio, según Trabajo, hubo 73.790 parados menos que en junio, en la mayor caída en un mes de julio en 12 años, lo que dejó el total en 3.908.578.
Pero sólo el 6,86% de los contratos suscritos en julio fueron indefinidos, un aumento de la temporalidad denunciado por los sindicatos.
El martes y jueves próximos se conocerán la compraventa de viviendas de junio y el IPC de julio. Y, el viernes, los datos del PIB español del II trimestre calculados por el INE. Ese día también se desvelará la cifra del PIB en la Unión Europea en ese período.
El pasado jueves, después de que el Banco Central Europeo (BCE) mantuviera los tipos de interés en el 1%, su presidente, Jean-Claude Trichet, celebró el comportamiento de la economía de la zona euro en el II trimestre y dijo que los datos disponibles sobre el tercero han sido mejores de lo esperado.
"Entorno de incertidumbre"
"Estamos en un entorno de incertidumbre" y "no podemos cantar victoria", advirtió, sin embargo, Trichet.
Igual de cauteloso se ha mostrado el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, para quien la economía de EEUU tiene un "considerable camino" por delante para recuperarse del todo.
Sacudidos ayer por la difusión de datos del paro en EEUU peores de lo previsto, los mercados aguardan lo que diga la Fed el próximo martes, al término de su reunión mensual de política monetaria.