
La Comisión Europa, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han dado su visto bueno a los ajustes del gasto público, la subida de impuestos y las reformas económicas puestas en marcha hasta la fecha por el Gobierno griego, por lo que seguirán prestando dinero al país para evitar su quiebra.
"Los criterios han sido cumplidos, encabezados por una vigorosa implementación del programa fiscal, y todavía están por lelgar importantes reformas", manifestaron los oficiales de los tres organismos en su informe conjunto. "Nuestra valoración general es que el programa ha hecho un sólido comienzo", añaden.
Grecia espera recibir el segundo tramo de ayudas, de 9.000 millones de euros, el próximo 13 de septiembre.
Advertencias
Sin embargo, también han advertido a Atenas de que hace falta más contención del gasto en las administraciones locales, en los hospitales y en la seguridad social.
Además, piden más medidas para liberalizar el sector servicios, para luchar contra la evasión fiscal de los ricos, y un seguimiento estrecho de la estabilidad del sector bancario.
Ayer, los inspectores de CE, el BCE y el FMI se reunieron hoy con el ministro griego de Finanzas, Yorgos Papakonstantinu, último fleco de su visita a Grecia tras una semana de minuciosa inspección. Previamente, le habían hecho llegar sus recomendaciones en un comunicado en el que le instaban a acelerar las reformas estructurales como condición para acceder a nuevos tramos de ayuda crediticia exterior.
El Ejecutivo de Papandréu está aplicando a contrarreloj en los últimos meses en Grecia, más reformas que en el conjunto de la última década,