Seis soldados del contingente español de la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL), tres colombianos y tres españoles, murieron y otros dos resultaron heridos ayer en la explosión de un coche bomba en el sur del país, según un segundo balance de la FINUL.
El ataque se produjo a 10 kilómetros de la frontera libanesa con Israel. El coche bomba, un modelo Renault, estaba estacionado en el borde de una carretera asfaltada que atraviesa un valle entre las ciudades de Marjayun y Jiam, utilizada con frecuencia por las patrullas de la FINUL.
Los militares españoles circulaban a bordo de un vehículo blindado que quedó muy dañado por la explosión del coche bomba, activado a distancia, según fuentes de seguridad libanesas.
En Madrid, en una rueda de prensa, el ministro español de Defensa, Antonio Alonso, reveló las identidades de los soldados del contingente español muertos este domingo y señaló que tres de ellos eran colombianos.
Alonso precisó que los tres colombianos servían en la brigada paracaidista enviada por el ejército español a Líbano: se trata de Jefferson Vargas Moya, de 21 años, Jackson Castaño Abadía, 20 años, y Juan Erickson Posada, 20 años.
Entre 18 y 21 años
Dos de los españoles fallecidos fueron identificados como Jonathan Galea García, de 18 años, y Juan Vidoria Díaz, de 20 años.
En Madrid, el ministerio de Defensa confirmó el nuevo balance y un portavoz señaló que un soldado de 19 años oriundo de Sevilla (suroeste), murió horas más tarde en el hospital, lo que dejó la cifra de víctimas en seis.
"El objetivo de este atentado no era sólo Líbano y la FINUL, sino que también la estabilidad en la región", subrayó el comunicado de la Fuerza, que citó a su comandante en jefe, el general italiano Claudio Graziano.
Previamente, un oficial de enlace del batallón español de la FINUL, estimó que el ataque, ocurrido cuando los militares circulaban a bordo de un vehículo blindado en el valle de Marjayun-Jiam, estuvo "muy bien preparado".
Mantendrán las tropas
El ministro español de Defensa, José Antonio Alonso, declaró en Madrid que su país mantendrá su contigente en Líbano pese al atentado.
Se trata del primer atentado contra la FINUL desde que fue reforzada en virtud de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que puso fin al conflicto entre Israel y el movimiento chiita Hezbolá en el sur de Líbano, en el verano (boreal) de 2006.
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y su homólogo francés, Bernard Kouchner, condenaron en París el atentado contra los 'cascos azules'. A su vez, el ministro de Defensa de Francia, Hervé Morin, expresó "su condena más firme" del hecho.
Israel lamentó el suceso y propuso su ayuda a la FINUL, mientras que el primer ministro italiano, Romano Prodi, telefoneó al jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para expresarle su solidaridad.
Hezbolá condena los atentados
"Hezbolá denuncia firmemente la agresión de la que fue víctima la FINUL en el sur de Líbano y considera que se trata de un acto sospechoso que supone una afrenta para el sur de Líbano y sus habitantes", declaró la organización en un comunicado.
El jefe de Estado libanés, Emile Lahud, condenó igualmente el suceso que, estimó, forma parte de una "campaña de desestabilización contra Líbano".