
El coste laboral neto por trabajador en 2009 fue de 30.402,32 euros (30.670,05 euros en términos brutos), lo que supone un aumento del 3,5% respecto a 2008, según datos de la Encuesta Anual de Coste Laboral elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De este total, el gasto derivado de los salarios supuso el 72,8%, hasta los 22.329,33 euros.
El coste laboral neto resulta de restar al bruto las subvenciones y deducciones recibidas por parte de las Administraciones Públicas para fomentar el empleo y la formación profesional, explica el INE.
El 72,8%, para salarios
Los sueldos y salarios supusieron el 72,8% del coste laboral bruto, mientras que las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social representaron el 22,1%.
Del coste bruto, que también se incrementó el 3,5% en relación a 2009, los sueldos y salarios brutos supusieron 22.329 euros al año por trabajador, cifra que se incrementó un 3,2% con respecto a la del año anterior. Por su parte, las cotizaciones obligatorias sumaron 6.785,25 euros y los beneficios sociales (cotizaciones voluntarias a seguros y planes de pensiones, prestaciones complementarias a la Seguridad Social y gastos de carácter social) alcanzaron los 587,10 euros.
Además, las indemnizaciones por despido absorbieron 482,49 euros del coste laboral anual bruto por trabajador, los gastos derivados del trabajo (transporte, ropa...) 389,91 euros y los gastos en formación profesional 95,97 euros.
Por comunidades
Por comunidades, el coste laboral más elevado se da en País Vasco (35.216,2 euros) y Madrid (35.183,1) y el menor, en Extremadura (25.614,4) y Canarias (25.992,7).
Las empresas de las comunidades de Madrid y País Vasco fueron las que pagaron mayores salarios y tuvieron gastos más elevados en beneficios sociales. En cuanto a la formación profesional, Madrid y Andalucía presentaron los mayores costes mientras que en Baleares y en Murcia se registraron los menores. Además, las mayores indemnizaciones por despido tuvieron lugar en Cataluña y Madrid. Por último, las empresas de País Vasco y Navarra recibieron las mayores subvenciones y deducciones fiscales vinculadas al empleo y a la formación profesional.