El alivio por los resultados de los test de resistencia de la banca europea, en los que la española salió airosa, y el éxito de una subasta del Tesoro marcaron una semana en la que datos macroeconómicos europeos alentadores contrastaron con inquietantes señales procedentes de Estados Unidos.
De las 91 entidades financieras de 20 países europeos sometidas a pruebas de solvencia suspendieron tan sólo siete: en el peor de los escenarios contemplados (crisis económica y de deuda) su ratio de recursos propios de máxima calidad sería inferior al 6%, el mínimo fijado por el Comité de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS), si bien el requisito legal es del 4%.
Cinco suspensos españoles
Aunque cinco de los siete suspensos eran cajas españolas -cuatro uniones de cajas: la encabezada por Caixa Catalunya, la fusión de Caja Duero y Caja España, la catalana Unnim y Banca Cívica, además de la intervenida CajaSur-, el Banco de España y el Gobierno subrayaron que ha quedado patente la solidez del sistema financiero.
Y es que de las 91 entidades europeas analizadas 27 eran españolas, o sea, el 95% del sector financiero del país, frente a un porcentaje mucho más bajo en otros Estados europeos; las cajas que suspendieron representan una parte muy pequeña del mercado; y los criterios aplicados en España fueron más rigurosos, señalan.
La opinión de Salgado
La ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, afirmó que, de haberse analizado el 75% del sistema español, no habría habido ningún suspenso, y confió en que los mercados interpreten positivamente la transparencia española.
El Banco de España, orgulloso con la transparencia
Analistas invitados hoy al Banco de España para una reunión sobre los resultados aplaudieron la transparencia y el rigor de las pruebas en España y apostaron que los inversores sabrán valorarlo.
Pero algunos analistas han cuestionado en la prensa anglosajona la metodología del test europeo, sobre todo en relación con la deuda pública, y dudan de que el ejercicio tenga el mismo impacto positivo que el realizado en EEUU en 2009, en el que casi la mitad de los bancos analizados había suspendido.
La importante cita del lunes
La primera reacción de los mercados europeos a los resultados de las pruebas será el próximo lunes, pero las filtraciones en los últimos días daban a entender que la banca saldría airosa.
La Bolsa española acumuló una ganancia semanal del 3,93%, por delante de la francesa y la alemana. Un avance al que contribuyó el éxito el martes de la subasta de letras del Tesoro a 12 y 18 meses por 5.968 millones de euros, a un coste menor que la anterior.
Salgado lo interpretó ese día como una "señal de confianza" de los mercados y ayer expresó su esperanza de que el conjunto de las reformas y las medidas para reducir el déficit, así como el resultado de los test de la banca, hagan que baje el coste de la deuda.
Pero lo sucedido esta semana en las Cortes mostró que al Gobierno le aguarda una difícil tramitación de los Presupuestos este otoño.
El polémico techo presupuestario
El Senado rechazó el techo de gasto presupuestario fijado para 2011 -un 7,7% menos que en 2010-, al día siguiente de que el Congreso de los Diputados lo aprobase con sólo los síes del grupo socialista y gracias a las abstenciones de CiU, CC y UPN.
Tras el rechazo en el Senado, la medida volvió al Congreso, donde fue adoptada por mayoría simple.
Relevantes recortes en Fomento y las cuentas de Zapatero
De las medidas de austeridad para reducir el déficit forman parte el recorte de gasto en infraestructuras desglosados esta semana por el ministro de Fomento, José Blanco.
Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, avanzó ayer que la economía española creció en el segundo trimestre más que en el primero (cuando avanzó un 0,1%), y defendió las reformas que impulsa, en particular la de la ley de Cajas, aprobada por el Congreso esta semana, y la del mercado laboral.
La semana entrante la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso votará sobre decenas de enmiendas al proyecto de ley de reforma del mercado laboral, un proyecto que llevó a los sindicatos a convocar una huelga general para el 29 de septiembre.