
Changuinola (Panamá), 11 jul (EFE).- La población de Changuinola, en el occidente panameño, recuperó hoy parcialmente la normalidad en calles y comunicaciones, mientras en Panamá el presidente, Ricardo Martinelli, aseguró que "no va a derogar" la controvertida Ley 30 que rechazan los sindicalistas de esa ciudad.
El Gobierno panameño ordenó hoy la reapertura del aeropuerto de Changuinola con el fin de normalizar la entrada y salida de personas, y la Policía confirmó el despeje de la carretera que comunica a la ciudad con el resto del país, después de tres días de incomunicación por el conflicto que se vive en esa parte de la nación.
Fuentes policiales indicaron a Efe que Changuinola amaneció tranquila después de que en la noche la sede del Ministerio de Trabajo fuera atacada y se incendiaran dos automóviles y una lancha de la entidad, en incidentes que pusieron en peligro las negociaciones que desde ayer mantiene el Gobierno con los sindicatos en esa ciudad.
Trabajadores del sector bananero demandan desde hace diez días la derogación de la controvertida Ley 30 con protestas que ha derivado en enfrentamientos desde el jueves con un saldo de al menos dos muertos, decenas de heridos y más de un centenar de heridos.
Con Gobierno y sindicatos en la mesa de negociación, Martinelli dijo hoy que "no se va a derogar" la controvertida Ley 30, conocida popularmente como "Ley chorizo".
"La ley no se va a derogar y se interpretará tal cual indica la normativa, porque no afecta los derechos laborales y sólo les da la opción a los trabajadores, entre otros puntos, a decidir si quieren pagar cuota sindical o no", subrayó Martinelli en un boletín de prensa de la Presidencia.
El gobernante indicó que los derechos de los trabajadores como vacaciones, licencias, domingo como día de descanso se mantienen igual y que no se han eliminado con la ley en alusión a las reclamaciones de trabajadores del sector bananero de Changuinola.
La Ley 30 tramitada como una modificación a la normativa de aviación comercial y aprobada a mediados de junio incluye cambios en tres códigos (Penal, de Justicia y Laboral) y seis leyes, incluida la orgánica de Policía, y en el ámbito laboral contempla entre otros aspectos la no obligatoriedad de la cuota sindical.
La norma, que ha sido objeto de recursos de inconstitucionalidad, también establece que se puedan suspender los contratos de los empleados en huelga, contratar trabajadores en esos casos y utilizar la Policía para garantizar la "protección" de la empresa, cuya "operatividad" queda ahora asegurada.
El gobernante reiteró que "se debe buscar el diálogo y no la confrontación", pero acusó a dirigentes sindicales de querer "sembrar el caos en Changuinola" y aseguró que el Gobierno no lo va a permitir.
En ese sentido, acusó a los dirigentes del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), el más beligerante del país, de no tener "ni idea de lo que es la democracia en un país" y querer "acabar con el Estado de derecho".
La Policía de Panamá detuvo hoy al dirigente del Suntracs de la provincia occidental de Chiriquí, Jaime Caballero, y tiene orden de detención contra otros líderes de ese gremio, entre ellos, Genaro Lólez y Saúl Méndez, confirmó hoy un portavoz del Gobierno.
Las órdenes de detención se han cursado, después de que la Policía arrestara durante varias horas el sábado a más de un centenar de dirigentes sindicales y sociales que habían participado en una reunión en un céntrico hotel de la capital panameña donde se acordó una protesta para el lunes y una huelga general para el martes.
Por su parte, la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos hizo una llamada al Gobierno y a los sectores en huelga para que dialoguen al tiempo de deplorar los "graves hechos de violencia" en esa ciudad.