
El pasado 9 de febrero, la patronal y los sindicatos firmaban el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva para los tres próximos años con un alza salarial del 1 por ciento para 2010, del 1,5% para 2011 y de hasta el 2% para 2012, además firmar una cláusula de revisión salarial que obligaba a recuperar el poder adquisitivo perdido de los trabajadores si se diera el caso de que la inflación se situara a niveles superiores. Un pacto salarial, que en plena crisis, fue tildado por varios sectores empresariales como desproporcionado e inasumible. No obstante, la organización empresarial CEOE quiso hacer un esfuerzo para mejorar la confianza en la recuperación económica.
Tres meses han sido suficiente para evaluar que, definitivamente, el acuerdo de negociación colectiva ha sido un fracaso. Y es que, según datos del Ministerio de Trabajo, a finales del mes de mayo se han firmado menos de la mitad que se firmaran en el mismo mes de 2009, cuando la negociación colectiva también se atascó debido a que el pacto salarial firmado para ese ejercicio arrojaba una recomendación de subida del 2%.
No hay moderación en los alzas
En total, se han suscrito 1.519 convenios, frente a los 3.149 que se registraron en el quinto mes del pasado ejercicio, de los cuales la mayoría corresponde a convenios que se habían negociado en ejercicios anteriores y que tenían vigencia también para 2010, mientras que el resto, un escaso 4 por ciento del total, son de nueva creación.
A pesar de la crisis económica y de las recomendaciones de moderación salarial, manifestadas incluso por el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, firmar un acuerdo de congelación salarial sigue siendo casi imposible por la oposición sindical.
Prueba de ello, es que el aumento salarial medio registrado hasta mayo es del 1,31%. Más de la mitad de los acuerdos registrados contienen un incremento muy por encima del 1%, que es donde los agentes sociales fijaron el pasado febrero la recomendación de subida de sueldos.
Cabe recordar que a pesar de que el Gobierno no ha establecido una previsión de inflación para finales de este ejercicio, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, destacó que espera que los precios permanezcan en "tasas moderadas" durante los próximos meses.
Así las cosas, la rigidez que está demostrando la negociación colectiva durante esta crisis le está pasando factura. Si en el ejercicio 2007 y 2008, el número de convenios superaba los 6.000 y regulaba las relaciones laborales de casi 12 millones de trabajadores, en 2009, tan sólo se suscribieron 5.022, abarcando a 10 millones de asalariados. Y estas cifras todavía mermarán más durante 2010, según los últimos datos.
Más conflictividad
La reacción sindical a la lentitud en la firma de convenios es previsible. Por ahora, los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, ya se han encargado de lanzar varios mensajes a los empresarios para que reactiven los canales de diálogo en las compañías. Pero, si finalmente las conversaciones se estancan, los representantes de los trabajadores volverán a usar su mayor arma, igual que lo hicieron en 2009, y caminarán hacia la huelga empresa por empresa.
De hecho, a finales del pasado ejercicio, el sector del Metal y Afines puso en marcha una campaña de paros, manifestaciones y huelgas, que finalmente dieron sus frutos y consiguieron firmar todos los convenios que habían quedado pendientes por la situación económica, con alzas salariales por encima incluso del 2%. Y es que, si hacer frente a un incremento salarial puede poner en dificultades la viabilidad de una compañía, la posibilidad de enfrentarse a una huelga puede traer aún peores consecuencias.