
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, achacó hoy las dudas sobre la solvencia de España a los rumores y a las valoraciones "exageradas" sobre la fortaleza del país, aunque admitió que también existen algunos datos objetivos para la preocupación.
Así lo puso de manifiesto Zapatero durante su turno de réplica en el Pleno del Congreso, donde acudió a dar cuenta de las conclusiones del último Consejo Europeo y a hacer una primera valoración de la Presidencia española de la UE, que acaba este mes de junio.
A pesar de todo, el jefe del Ejecutivo se mostró convencido de que la publicación de las pruebas de estrés de las entidades financieras en la segunda quincena de julio supondrá "un gran paso" para el fin de los rumores y la recuperación de la estabilidad y la confianza en la zona euro en general y en cada país en particular.
En este sentido, recordó que la publicación de estas pruebas de solvencia en EE.UU. supuso un "cambio radical" en la confianza de los mercados en la economía y la banca norteamericana, lo que permitió abrir la expectativa al crecimiento.
Además, señaló que la iniciativa ha sido española y pidió a la oposición que sea un poco "objetiva" y admita que la propuesta ha recibido numerosos elogios en el exterior, puesto que siempre recoge las críticas que recibe el Gobierno español en otros países.
De la misma forma, el jefe del Ejecutivo pidió que se analice la forma en la que los diferentes países han asumido el compromiso de publicar estas pruebas, ya que la decisión ha sido acogida con "simpatías distintas".
Por otro lado, Zapatero rechazó una y otra vez la idea de que la economía española esté intervenida, tal y como aseguraron algunos grupos a lo largo del debate, y aseguró que esa afirmación "no se puede sostener intelectualmente con el más mínimo rigor".
En este sentido, recordó que España simplemente tiene que cumplir con el compromiso de reducir el déficit, igual que otros países.