
El Partido Popular y CiU se abstendrán esta tarde en la votación en el Pleno del Congreso para validar el Decreto Ley de reforma laboral, dando vía libre a su aprobación. El PNV ya adelantó ayer que tomaría esta misma postura. El Gobierno confiaba en que los principales partidos de la oposición permitirían sacar adelante el texto.
Según ha explicado la portavoz en el Congreso del PP, Soraya Saénz de Santamaría, tras la reunión de la Junta de Portavoces, su posición se fundamenta en la coherencia, pero con sentido crítico. A su juicio, es necesaria una reforma laboral pero la presentada por el Gobierno no es la que necesita España. "Se necesita una reforma laboral completa y meditada para crear empleo y la del Gobierno no lo hace", zanjó.
Por eso, ellos van a plantear enmiendas para crear empleo, porque la actual reforma es la reforma del despido.
Sáenz de Santamaría insistió en la necesidad de mejorar el decreto del Gobierno y explicó, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, llamó a las once de la noche de ayer al responsable económico del PP, Cristóbal Montoro, pero no para negociar, sino sólo "para interesarse por el sentido de voto del PP".
CiU también se abstendrá
Por otro lado, Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz del partido nacionalista catalán CiU también ha confirmado que se abstendrá en la votación, después de asegurar ayer que no votaría a favor del proyecto del Gobierno.
EAJ-PNV adelantó ayer que también se abstendrá en la votación en la votación de hoy por considerar que la reforma es "insuficiente, limitada y que no respeta la existencia de un marco sociolaboral vasco". El partido vasco aseguró que utilizará la tramitación del texto como Proyecto de Ley para realizar aportaciones "constructivas" y "necesarias" a la reforma.
Más contundente es la postura de ERC en contra del texto. Los nacionalistas catalanes han sido los primeros en anunciar que votarán hoy en contra de la validación del decreto ley.
El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, ha explicado que en sólo dos días el Gobierno ha hecho "el trabajo sucio" a la derecha y a la patronal optando por "una contrarreforma" que "facilita y abarata el despido", amplía la precariedad laboral y "no da oxígeno a la negociación colectiva".