WASHINGTON, 17 (Reuters/EP)
Los altos directivos de las aerolíneas estadounidenses United y Continental Airlines comparecieron ayer ante legisladores estadounidenses del Congreso que tienen sus reservas con respecto a sus planes de fusión, lo que hace prever que podrían imponer una regulación más estricta si el acuerdo llega a buen puerto.
El presidente de United, Glenn Tilton, y su homólogo de CONTINENTAL (CON.XE) Jeff Smisek, recibieron una fría acogida por parte de la subcomisión de aviación de la Cámara de Representantes y se enfrentaron a un exhaustivo interrogatorio público sobre los detalles de la fusión.
Más tarde fueron interrogados también por la comisión jurídica de la misma cámara, donde aparecieron las mismas dudas sobre competencia, servicios y protección de los empleos.
"United y Continental están repitiendo la misma jugada estratégica que muchas aerolíneas han intentado antes y que no ha traído éxito a nadie", destacó el presidente del Comité de Transporte, James Oberstar.
Oberstar aseguró que la fusión dañará la competencia y subirá los precios, por eso intentará impulsar leyes para endurecer la legislación si el acuerdo sale adelante.
Si la fusión recibe el visto bueno del Departamento de Justicia, la nueva United se unirá a Delta y a American Airlines, como una de las tres grandes aerolíneas de EEUU, que acapararán el 35% del mercado. La nueva United poseerá la mitad de esa participación.
