BUENOS AIRES (Thomson Financial) - Las bajas temperaturas desnudaron esta semana falencias en el sistema energético argentino con cortes en la provisión de electricidad a la industria y problemas en el suministro de gas y diésel que ponen un lazo al cuello del crecimiento económico tras 52 meses de expansión.
Por Sonia Avalos
A las marcas bajo cero en gran parte del país se sumaron las salidas de servicio de dos centrales generadoras de energía por inconvenientes técnicos, mientras que plantas que trabajan con diésel vieron mermada su capacidad de producción debido a la escasez del combustible.
Varias industrias de la capital argentina y sus alrededores debieron suspender su actividad por falta de energía eléctrica debido a una serie de cortes programados por el gobierno para asegurar el suministro en los hogares.
Un centenar de escuelas de la capital argentina denunciaron falta de gas para calentar las aulas y hubo protestas de padres y alumnos con cortes de calles en algunos barrios capitalinos.
El vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentina, Néstor Roulet, advirtió este sábado sobre la queja de productores respecto a la falta de diésel que complica el transporte de cargas en plena cosecha de trigo, que se espera alcanzará un nuevo récord esta temporada.
'Tenemos quejas desde el norte hasta el sur del país sobre la falta de gasoil, la situación es difícil y el problema se ha generalizado', subrayó Roulet al tiempo que denunció que algunas expendedoras duplican el precio del combustible ante la escasez del producto.
Unos 6.000 camiones de la flota que realiza el transporte de carga en las provincias de Santa Fe, Chaco y Santiago del Estero, están paralizados por falta de diésel, según consignó la Federación Argentina del Transporte Automor de Cargas.
Algunas plantas del cordón industrial de la periferia bonaerense debieron licenciar a sus operarios ante la falta de energía o suspender turnos de producción, situación que se repitió en los principales parques industriales del país.
'Esto va a afectar la productividad, no sólo las industrias y los comercios deben hacer ahorro en el consumo, también la gente debería hacer su aporte', dijo Luis Pagani, propietario de Arcor, el grupo industrial que exporta chocolates y golosinas a toda América Latina desde su planta de San Luis (noroeste).
El racionamiento afectó esta semana la provisión de gas natural comprimido destinado al parque automotor para mantener la provisión de gas en los hogares, lo que potenció la demanda de diésel.
Según analistas, la combinación de falta de inversión y un parque industrial que está trabajando al 74% de su capacidad instalada son los causantes de la crisis energética, cuya existencia el gobierno se empeña en negar.
También hubo inconvenientes en los envíos de gas a Chile que sufre desde hace tres años restricciones en la provisión desde Argentina.
'Estamos haciendo todo lo que podemos', admitió el presidente Néstor Kirchner días atrás a la Televisión Nacional chilena.
El problema puede poner un límite al vigoroso desempeño de la economía argentina con 52 meses ininterrumpidos de crecimiento.
Luego del derrumbe histórico de 10,9% en 2002, el Producto Interno Bruto creció 8,7% en 2003; 9,0% en 2004; 9,2% en 2005 y 8,5% en 2006.
El año pasado el gobierno lanzó un plan para invertir 2.000 millones de dólares en 14 proyectos para la construcción de nuevas usinas eléctricas, pero los resultados serán visibles recién en cinco años, cuando las obras logren adicionar al sistema unos 2.400 megavatios, lo que equivale al 15% del consumo actual.
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AFP/cl
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