
La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, desmintió hoy que el Gobierno esté preparando un plan de amnistía fiscal para repatriar dinero evadido al extranjero y dinero negro en España.
"No existe ningún plan parecido a eso, en absoluto", aseguró Salgado al ser preguntada por una posible iniciativa del Gobierno en este sentido, antes de destascar que el Ejecutivo ya ha puesto en marcha un plan "muy ambicioso" de lucha contra el fraude fiscal.
El diario El Mundo publicaba esta mañana que el Gobierno está estudiando la posibilidad de ofrecer una amnistía fiscal para financiarse a un coste menor, en una medida similar a las que en su momento tomaron otros gobiernos socialistas a principios de los 80 y de los 90 y también parecida a lo que ha hecho en Italia el gobierno de Silvio Berlusconi.
Según publica el diario, que cita a altos funcionarios públicos no identificados, se trata de un proyecto "supersecreto".
El periódico sostiene que la idea del gobierno consiste en ofrecer una amnistía fiscal a los poseedores de fondos ocultos en el extranjero o en España (donde la economía subterránea puede representar hasta la cuarta parte del PIB, según ciertos estudios).
A cambio del perdón, los poseedores de fondos deberán financiar la deuda española a un precio inferior al del mercado, según El Mundo.
"En primer lugar, se abarataría la financiación del déficit, y en segundo lugar, lograríamos aflorar ese dinero ahora oculto y que, posteriormente, pagaría impuestos, lo que elevaría a medio plazo la recaudación fiscal", dijo uno de los patrocinadores de ese proyecto, citado por el cotidiano.
Objetivo: lograr 50.000 millones
El déficit público español llegó al 11,2% del PIB en 2009, provocando inquietud en los mercados, así como el encarecimiento del costo de emisión de deuda pública.
El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que en mayo decidió adoptar medidas impopulares de austeridad mediante recortes en los gastos sociales, trata de limitar el descontento social, sobre todo preparando un impuesto especial para los ricos.
Fuentes vinculadas al gobierno dijeron a El Mundo que si con esta operación se lograsen 50.000 millones de euros, el gobierno consideraría que se trata de un éxito.
Algunas fuentes del cotidiano consideran que el total de los fondos españoles escondidos en el extranjero asciende a 40.000 millones de euros.
También habría unos 55.000 millones de euros circulando en España bajo la forma de billetes de 500 euros, un medio de pago muy utilizado para el financiamiento de la economía subterránea, sobre todo en las transacciones inmobiliarias.
Como recuerda El Mundo, en 1984, Miguel Boyer, entonces ministro de Economía y Hacienda, ya puso en marcha los pagarés del Tesoro sin retención fiscal. Algo similar hizo su sustituto en el cargo, Carlos Solchaga, que ofreció a los suscriptores de pagarés una regularización fiscal a cambio de la compra de una emisión de deuda especial.