
Madrid, 4 jun (EFE).- La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha una nueva campaña de inspección de instalaciones eléctricas en piscinas, para comprobar el estado de seguridad de las mismas y contribuir a prevenir accidentes a los usuarios.
Según ha informado la Comunidad, la inspección permite revisar todas las instalaciones eléctricas, en especial los puntos que más afectan a la seguridad de los usuarios y del personal de mantenimiento, como la depuradora, los vestuarios, el vaso de piscina y las zonas adyacentes.
Desde 2004 se han realizado más de cuatrocientas inspecciones en instalaciones eléctricas y los defectos más comunes detectados son la falta de aislamiento en los cuadros eléctricos y sus conexiones, problemas en las protecciones diferenciales, enchufes o interruptores no estancos en depuradoras y vestuarios o defectos en las canalizaciones de superficie.
Los técnicos constatan que la mayoría de los defectos se deben no tanto a desperfectos de diseño y construcción sino, fundamentalmente, a un deficiente mantenimiento de las instalaciones.
En la región hay unas 4.200 piscinas en funcionamiento de las que 150 son públicas y el responsable del estado de las instalaciones es siempre el titular de las mismas.
Las piscinas con potencia instalada superior a diez kW deben ser inspeccionadas por un Organismo de Control Autorizado cada cinco años mientras que las de potencia instalada superior a cien kW deben contar, además, con un contrato de mantenimiento.