Economía.- El Círculo de Economía critica la "debilidad institucional" y ve insuficientes los recortes sin crecimiento

SITGES (BARCELONA), 29 (EUROPA PRESS)

El presidente del Círculo de Economía, Salvador Alemany, expuso hoy que España no vive sólo una crisis económica, sino "debilidad institucional", y que la situación actual es el "resultado de diagnósticos tardíos o erróneos, de la acción o la falta de acción y, en ocasiones, de las dudas, en un marco de ausencia reiterada de los consensos básicos que exigía la responsabilidad".

En su discurso de clausura de la XXVI Reunión del Círculo de Economía en Sitges (Barcelona), afirmó que esta crisis "exige algo más que medidas de carácter transitorio o de pequeños ajustes", y apuntó a cuatro líneas: un ajuste "indispensable" del gasto público; abordar las reformas del sistema financiero, laboral, educativo y de las pensiones; revisar el modelo fiscal, y trabajar por una mayor política económica común europea.

Sobre estos aspectos, destacó que estos días están debatiéndose temas "muy importantes", que afectarán los próximos meses y años, por lo que se trata de "circunstancias históricas" comparables a la transición democrática.

Respecto al ajuste indispensable del gasto público, recalcó que las cuentas públicas deben estar saneadas para afrontar los retos a los que se enfrenta el sector financiero, porque de ello depende la captación de crédito en el exterior. "Consideramos adecuadas las medidas agónicamente aprobadas en el Congreso, si bien pueden resultar insuficientes si no llega pronto el crecimiento", dijo.

En la revisión del modelo fiscal defendió que la imposición directa "no puede estar tan sesgada en perjuicio de las rentas salariales con relación a otro tipo de rentas protegidas por la dificultad de su control o el temor a su deslocalización territorial", ya que este desequilibrio contra las rentas salariales "constituye una mayor presión fiscal sobre el tejido productivo".

También hizo hincapié en la actuación del Banco Central Europeo (BCE): "Preferiríamos que, sin renunciar a una política de estabilidad de precios, fomentara un crecimiento equilibrado en el conjunto de la zona euro. De lo contrario, la moneda única podría convertirse en un serio obstáculo para el crecimiento económico en España y las consecuencias podrían resultar muy negativas".

Añadió una advertencia sobre que "la obsesión por mantener la inflación en niveles extremadamente reducidos, en un momento de debilidad de la demanda, pase factura en un momento en el que el mayor riesgo para la zona Euro es el riesgo de una deflación, una situación parecida a la que se ha denominado 'la década pérdida' en la economía japonesa. Nada más perjudicial que la deflación, para una economía endeudada como la europea".

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