Economía

Pedro Sanz, las PYMES y el impuesto de patrimonio

La Rioja en este último periodo, ha llegado a su mejor momento económico.Foto: Archivo
Enfilado el primer decenio de siglo, se puede presumir de que La Rioja avanza. Permítaseme que emplee un término propio de un rótulo de cartel electoral para interpretar una macroeconomía que difícilmente admite réplica ante las próximas elecciones autónomicas y municipales del día 27.

Sólo las personas acostumbradas a enarcar la ceja perciben que, más allá de los parámetros que hacen inteligible la economía, existe una visión particular que aprecia un límite demasiado pequeño en la nómina; que echa una ojeada sobre una pared de ladrillo y ve tan altos y lejanos los tejados como el tiempo que tardará en pagar su casa; el escéptico se incomoda con la ausencia de infraestructuras de transporte que le permitan acercarse a grandes centros de oportunidad de negocio o de ocio con la comodidad que exige la centuria y a un precio adecuado a los euros que se llevan en el bolsillo.

Con la madurez política del presidente Pedro Sanz (Partido Popular) ha llegado el mejor momento económico de la región. El tejido industrial se ha modernizado y muestra agilidad en la gestión. La pyme, núcleo de reconocimiento de esa realidad industrial, compite en el mercado regional y nacional. Las cifras de exportación de las empresas indican que tampoco se acomplejan a la ahora de acudir a las plazas internacionales. Los vinos de crianza se abren hueco en el Reino Unido y en los Estados Unidos; el sector del calzado ha aguantado la competencia de los productores asiáticos, con una apuesta decidida por el diseño y la calidad de sus materiales…

Todos ellos son ejemplos de esa tarea emprendedora de los particulares bajo una política rigurosa que siempre ha mostrado una doble cara: inflexible con los desajustes entre ingresos y gastos y animosa ante los negocios familiares a la hora de instarles a dar el paso de vender sus productos en cualquier parte del mundo.

Cara al futuro, Pedro Sanz anuncia para la próxima legislatura la supresión del impuesto de Patrimonio y una rebaja de un punto en la tarifa autonómica del IRPF, puesto que ha tomado nota de la receta del éxito: se ingresan más recursos con menos impuestos (y, también, sigue el ejemplo práctico de su compañera de partido, Esperanza Aguirre, en Madrid, quien ya inició estas rebajas en el mandato actual).

Por lo demás, las cifras macroeconómicas marcan una línea de progreso, que puede parecer demasiado tenue si el ciudadano es dado a enarcar la ceja. El nuevo secretario regional de la UGT, Javier Granda, apuntaba que es la hora de solicitar un esfuerzo a la clase empresarial, adelantándose a cualquier referencia válida que pudiera establecer el candidato socialista, Martínez Aldama. Los 18.000 euros del salario medio que percibe el trabajador de esta región están por debajo de los 22.000 de la media nacional y de los 24.000 de las comunidades vecinas, aunque éstas cuenten con haciendas forales, que son, en definitiva, un espejo donde mirarse.

La patronal responde sin negar: "Tenemos una realidad diferente a la de las comunidades limítrofes, con predominio de las pymes". En definitiva, venía a subrayar Abel de la Cruz, los niveles salariales van en función de la productividad de la empresa y del nivel de cualificación del trabajador. Llega, pues, la coyuntura del paso decisivo.

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