Economía

¿Habrá un turismo sostenible que no especule con la vivienda en Baleares?

La vivienda y la sostenibilidad del turismo son los temas que más preocupan a las islas.Foto: Archivo
Siendo como es el turismo el principal motor económico de las Islas Baleares, todos los grupos políticos otorgan un claro protagonismo a ese sector en su programa electoral de cara a la cita con las urnas del próximo 27 de mayo.

Los candidatos prometen un sector servicios más razonable y un urbanismo "menos salvaje".Otra cosa bien distinta es el enfoque que le otorguen, si bien todos dicen apostar por la "sostenibilidad y la desestacionalización", y la incidencia que hagan unos y otros sobre los escándalos urbanísticos que jalonan las islas, tanto de un color político como del otro. Desde Andratx (donde ayer mismo declaró ante el juez el ex alcalde popular) a Ibiza (donde la polvareda denunciada por el diario El Mundo alcanzó incluso al número dos del PSOE nacional, José Blanco).

Todo, en una de las pocas comunidades donde no parece claro el resultado de los comicios. Según la encuesta publicada el pasado viernes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el PP obtendría 27 escaños, mientras que el PSIB se situaría en una horquilla entre 22 y 21 escaños, el Bloc con seis y Unió Mallorquina, con dos. Es decir, que el PP perdería dos escaños y se quedaría a tres de la mayoría absoluta en el Parlament y pendientes de un eventual pacto postelectoral.

Sostenibilidad turística

Pero hablábamos de turismo. A este respecto, el Partido Popular que lidera Jaume Matas asegura en su programa que "basaremos el modelo turístico de las Islas Baleares en la sostenibilidad, la diversificación y la rehabilitación: un modelo que apueste prioritariamente por el turismo hotelero". También sostiene que "someteremos el todo incluido a un riguroso nivel de exigencias de calidad de instalaciones y servicios, para que nunca suponga una merma en el conjunto de la oferta turística balear".

En cambio, el PSIB-PSOE, con Francesc Antich a la cabeza, propugna la "promoción de productos turísticos diversificados y con actividad a lo largo de todo el año, para evitar la estacionalidad de la actividad turística. Así, el turismo del Imserso es un filón exitoso que merece un nuevo impulso y una importante ampliación". Por otra parte, y ya en un sentido bastante más amplio, considera de vital importancia la creación de "un plan estratégico en Baleares, abierto, participativo y consensuado (...) que alcance las legislaturas 2008-2015".

La tercera gran fuerza en liza, el Bloc (integrado por Partido Socialista de Mallorca, Izquierda Unida, Els Verds y Esquerra Republicana) defiende la aplicación de un nuevo impuesto medioambiental, parecido a la controvertida y fallida ecotasa del Pacte de Progrés.

El nuevo impuesto -que se llamaría Tasa de Retorno Turístico Ambiental- "tiene que ser verdaderamente ambiental y progresivo, para que se convierta en una herramienta ecológica". Además, debería ser elevada, de forma que sea también disuasoria para consumos insostenibles; se cobraría en puertos y aeropuertos; y sus únicas finalidades serían las de restauración, reparación y conservación ambiental y patrimonial. La coalición que lidera Biel Barceló en la lucha hacia el Govern de les Illes Balears apuesta fuerte en ese campo.

Esto, en cuanto al futuro y al turismo. En lo que respecta al balance de gestión, el Partido Popular se jacta en su programa de los logros conseguidos en materia económica y laboral a lo largo de la legislatura y las formaciones o coaliciones que aspiran a relevarle ponen el acento en las cuestiones pendientes o, en su criterio, mal gestionadas. En este sentido, si el PP afirma que "nuestro marco económico se fundamenta en el momento actual en nuevas y modernas infraestructuras, en transporte viario y ferroviario e infraestructuras energéticas que aseguran el suministro para los próximos 50 años", el PSIB-PSOE asegura que "en Baleares existe degradación del medio natural, una presión urbanística que comporta parcelación excesiva del suelo y el deterioro y la saturación de las infraestructuras del transporte terrestre, aéreo y marítimo".

En la misma línea que los socialistas, el Bloc defiende que "ha llegado el momento, no aplazable, de aplicar políticas territoriales, económicas y sociales que permitan reorientar la situación a medio y largo plazo. Los motores de la economía de las Islas Baleares, turismo y construcción, necesitan renovarse tecnológicamente y aplicar objetivos de mejora de la oferta actual, invirtiendo en su modernización".

El gancho de la vivienda

Por lo demás, y entre las promesas de Gobierno que van saliendo en campaña destacan las relacionadas con la vivienda. Por ejemplo, aquélla de Matas por la que el Govern balear se constituirá en copropietario de los pisos que compren los jóvenes, adquiriendo el 20 por ciento de los mismos para revendérselo después de cinco años.

En concreto, el Govern destinaría cada año 66,9 millones de euros a "adelantar" una quinta parte del coste de la vivienda, cantidad que los jóvenes solicitantes subrogarían en la hipoteca durante varios años, con cláusula de garantía de que, si la vivienda no se ha revalorizado en este tiempo no se tendrán que devolver los intereses.

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