La economía estadounidense sigue dando muestras de recuperación. Las ventas minoristas han sorprendido hoy positivamente al mercado con una subida en marzo del 1,6%. La aceleración de la actividad, además, se produce en un contexto de baja inflación, como han mostrado hoy también los datos del IPC.
El Departamento de Comercio norteamericano ha anunciado hoy que las ventas minoristas subieron un 1,6% en marzo, el mayor incremento desde noviembre. Además, las ventas de enero fueron revisadas a un alza del 0,5 por ciento, desde el 0,3% de la primera estimación.
La cifra mejora las previsiones del mercado. Los analistas consultados por Bloomberg esperaban de media una subida de las ventas del 1,2%.
Sin tener en cuenta la comercialización de coches, las ventas minoristas aumentaron en marzo un 0,6%, por encima de las previsiones, que apuntaban a una subida del 0,5%.
Precios controlados
El Departamento Laboral, por su parte, ha anunciado que el Índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos subió en marzo un 0,1% respecto a febrero, cuando se mantuvo estable. En tasa interanual, la inflación se elevó hasta el 2,3% desde el 2,1% anterior.
Los analistas esperaban de media un aumento mensual del IPC del 0,1% y una tasa interanual del 2,4%.
En tasa subyacente (sin tener en cuenta los precios de los alimentos frescos ni la energía), la inflación se mantuvo estable respecto a febrero y subió en tasa interanual un 1,1%, por debajo del 1,3% del mes anterior.
"El consenso ha sido que el consumidor todavía no ha regresado. Supongo que los datos minoristas deberían neutralizar parte de esas preocupaciones. La pregunta que se mantendrá es cuánto de sostenible será la recuperación del consumidor", ha comentado Subodh Kumar, estratega de Subodh Kumar & Associates después de conocer los datos.
Bernard Baumohl, economista jefe de The Economic Outlook Group cree que "no hay inflación en la economía, porque aún tenemos mucha holgura en la fuerza laboral y los salarios no están subiendo sustancialmente". En este contexto, asegura que las empresas minoristas "no pueden traspasar el incremento de sus costes a los consumidores".