Economía

Bruselas busca cómo recaudar 2,5 billones con impuestos a los bancos y ecotasas

Las mentes fiscalmente más voraces de Bruselas echan humo. Los técnicos de la Comisión Europea han publicado este martes 6 de abril un informe según el cual las Haciendas públicas de los Veintisiete necesitan alrededor de 2,5 billones de euros en los próximos años para sanear sus presupuestos, atrincherarse ante una posible nueva crisis financiera, y cumplir sus compromisos internacionales de ayuda al desarrollo y lucha contra el cambio climático. Las presas en el punto de mira: la banca y las emisiones de CO2.

"La crisis financiera y económica global ha creado elevadas necesidades de consolidación de las finanzas públicas en la mayoría de los países del mundo. Para el conjunto de la UE, las necesidades de la consolidación fiscal para restaurar la sostenibilidad podría exceder los 800.000 millones de euros en los próximos años", explica un documento de trabajo de la Comisión Europea publicado este lunes 6 de abril con el título Finanzas innovadoras en el ámbito global.

No es el único agujero negro por parchear. "No se podrán repetir en la UE los rescates del sector financiero a cargo del sector público vistos en la crisis, cuya magnitud ha sido de más de 1,5 billones de euros", añade el documento para aclarar que si hay otra crisis bancaria, no habrá recursos para hacerle frente.

En el acuerdo global de lucha contra el cambio climático alcanzado el pasado mes de diciembre en la cumbre de Copenhague, "los países desarrollados se comprometieron a apoyar las acciones de los países en vías de desarrollo vía un fondo de activación rápida de unos 30.000 millones de dólares estadounidenses entre 2010 y 2012, a que la UE contribuirá con 7.200 millones de euros", recuerda el mismo documento.

"El compromiso de la UE para ayudar a los países en vías de desarrollo a alcanzar los objetivos de Desarrollo del Milenio, incrementando su ayuda oficial al desarrollo al 0,7% de su Renta Nacional Bruta (un indicador similar al PIB) antes de 2015 podría implicar duplicar la ayuda al desarrollo europea de casi 50.000 millones en 2008 (alrededor del 0,4 por ciento del PIB) a unos 100.000 millones en 2015.

Una suma rápida y, desde luego, no exhaustiva de los citados montantes da como resultado que Europa necesita movilizar alrededor de 2,5 billones de euros para poner en orden sus cuentas, atrincherarse ante una posible nueva crisis financiera, y cumplir sus compromisos internacionales de ayuda al desarrollo y lucha contra el cambio climático.

De dónde recaudar más

"En principio, estos desafíos a los que se enfrentan las finanzas públicas pueden abordarse reduciendo otros gastos o incrementando los ingresos fiscales tradicionales", detalla el informe antes de asegurar que "hay que explorar nuevas vías".

Y las vías alternativas que preferidas por Bruselas son tasas e impuestos sobre los bancos y sobre las emisiones de CO2. Porque además de servir para aumentar la recaudación, ayudarían a fomentar un crecimiento más sostenible al, por ejemplo, "limitar comportamientos indeseables en el sector financiero", y consolidar tanto en finanzas como en medio ambiente "el principio de quien contamina, paga".

Entre las posible nueva fiscalidad sobre los bancos figuran esquemas sobre el apalancamiento y sobre la toma de riesgos, sobre las remuneraciones de los banqueros, sobre las transacciones, etcétera. "Incluso sin una coordinación internacional adecuada, podría explorarse una iniciativa europea en esta cuestión", advierte el documento. Aunque Bruselas preferiría una acción conjunta de las principales economías del planeta para evitar distorsiones de la competencia y deslocalizaciones. Si no un acuerdo mundial, improbable, sí uno en el G-20: el grupo de los países más ricos y las economías emergentes más prometedoras.

Por lo que se refiere al CO2, Bruselas recuerda que a partir de 2013 se subastarán las licencias de emisión que ahora recibe la industria de manera gratuita. Y recuerda que el Ejecutivo comunitario debería presentar en breve (lleva más de dos años reflexionando) una propuesta para actualizar la fiscalidad de la energía. Propuesta a través de la que se podrían coordinar mejor los diferentes tipos de fiscalidad sobre el carbono que existen o están siendo diseñadas en diversos países del club comunitario.

Bruselas se mantiene reticente a imponer una penalización en las aduanas a los productos importados de países que no asumen compromisos internacionales de reducción del CO2. Duda de su legalidad dentro de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y teme que sea fuente de guerras comerciales. Por el contrario, para evitar deslocalizaciones, mantiene su posición de dar gratis licencias de contaminar a los sectores industriales cuyos competidores externos a la UE no estén sometidos a reglas ambientales tan estrictas.

Cuánto recaudar

"Una tasa sobre el apalancamiento y sobre la toma de riesgos en el sector bancario podría recaudar al año unos 13.000 millones de euros en el conjunto de los 27 países de la UE si se aplica a todo el sector bancario el mismo tipo (0,036%) que la Tasa de Estabilidad de Suecia, y más de 50.000 millones si se aplica según el tipo de Estados Unidos del 0,15%", explica el informe de Bruselas.

"Si para la tasa sobre las transacciones financieras [tasa Tobin] se usan supuestos realistas, el ingreso estimado sería de unos 20.000 millones de euros en Europa", explica el documento antes de señalar que "si la tasa se aplica sólo a transacciones con valores y derivados, los ingresos se generarían un número muy limitado de países, en los que se concentran las actividades financieras".

"Una tasa del 0,005% sobre las transacciones de divisas podría recaudar más de 30.000 millones de dólares estadounidenses al año si se aplica a todas la grandes monedas, y más de 16.000 millones de dólares si sólo se aplica al euro y a la libra esterlina", calcula Bruselas. El documento añade que este tipo de tasa sufre "una elevada probabilidad de ser geográficamente puenteada".

Un impuesto sobre los bonus y otras retribuciones variables de los banqueros podía recaudar al año en el conjunto de la UE unos 4.600 millones de euros.

De todas formas, Bruselas pide que todas las opciones y su posible acumulación se estudien de manera cuidadosa para evitar decisiones contraproductivas: reducir la liquidez en los mercados, aumentar la toma de riesgos, aumentar los costes de los servicios financieros y del crédito, etcétera.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky