Economía

La Fed desvela los activos que absorbió en el rescate de Bear Stearns

Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).

Después de meses de litigios y de presiones políticas, la Reserva Federal ha puesto fin a una política de silencio en cuanto a su rescate de Bear Stearns. El banco central ha publicado los detalles de los valores que compró para facilitar la absorción de la entidad por JPMorgan Chase.

La filial de la Fed conocida como Maiden Lane tiene valores respaldados por hipotecas de entidades como Washington Mutual y Countrywide, préstamos que se hicieron con poca documentación de los prestatarios.

De esos títulos, más de 1.000 millones de dólares están garantizados por hipotecas "jumbo", o gigantes, de Thornburg Mortgage, las cuales tienen ahora la más baja de todas las calificaciones crediticias. Los préstamos "jumbo" eran mayores de lo que las financieras hipotecarias patrocinadas por el Gobierno, como Fannie Mae, podían financiar: 417.000 millones de dólares en aquel momento.

"La Fed absorbió el riesgo en su balance y ahora tiene en su poder activos problemáticos de entonces", explica Vincent Reinhart, académico residente del American Enterprise Institute en Washington que fue director de asuntos monetarios del banco central del 2001 al 2007. "Tanto su balance como su reputación han sufrido", asegura.

Para la Fed, el trato de Bear Stearns constituyó un punto de inflexión en la crisis financiera. Al exponer a los contribuyentes a un riesgo al financiar el rescate, el banco central estaba sentando una política fiscal, algo que suele competer solo al Congreso y al Tesoro de Estados Unidos, según Marvin Goodfriend, ex asesor del Banco de la Reserva Federal de Richmond, estado de Virginia, y ahora economista de la Carnegie Mellon University en Pittsburgh.

Causa del pánico

"La falta de claridad sobre la frontera entre las competencias de la Fed y las del Congreso fue una de las causas principales del pánico que se creó en el otoño del 2008", indica Goodfriend. "Eso creó una situación en que lo que había sido una recesión pasó a ser algo parecido a una Gran Depresión", mantiene.

Para David Kotok, director de inversiones de Cumberland Advisors, los directores del banco central también crearon un peligro moral, o la percepción por los inversores de que no se permitiría la quiebra de ninguna firma financiera mayor que Bear Stearns.

Retirada masiva de capital

El temple de los estrategas del banco central se puso a prueba meses después cuando los inversores retiraron enormes cantidades de dinero de las mayores compañías financieras.

Lehman Brothers quebró en septiembre del 2008. El pánico resultante hizo que la Fed tomara aún más medidas extraordinarias para inyectar liquidez en mercados y entidades.

La Fed rescató American International Group (AIG) de la quiebra y permitió que Goldman Sachs y Morgan Stanley se convirtieran en compañías bancarias comerciales, lo que las colocó bajo una supervisión más intensa del banco central.

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