
El poeta Rubén Darío se preocupó seriamente por la influencia de Estados Unidos sobre la cultura hispánica. "¿Seremos entregados a los bárbaros fieros? ¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés? ¿Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros? ¿Callaremos ahora para llorar después?", se preguntaba en Los cisnes.
Pero, con el paso del tiempo, el escritor nicaragüense más célebre decidió impulsar la reconciliación entre las dos Américas. "Que nuestros hijos dejen de ser los retores latinos y aprendan de los yanquis la constancia, el vigor y el carácter", llegó a decir.
Lo que no se imaginaba es que los roces de Nicaragua con EEUU terminarían desencadenando un conflicto armado que sumiría al país en un bache socioeconómico del que aún se está recuperando. "El embargo norteamericano, la contra y la destrucción masiva de infraestructuras llevaron al colapso económico", explica la Oficina Económica y Comercial de España en Guatemala.
Ortega podría traer crecimiento
Con la vuelta de Daniel Ortega al poder -el pasado enero- resucitaron los viejos fantasmas del sandinismo, pero su renovada actitud invita al optimismo. Sobre todo, en el terreno económico. Desde Coface prevén que en 2007 la nación crezca un 4,3 por ciento, con un PIB de 4.911 millones de dólares, y también estiman que la inflación podría reducirse del 8,6 al 6,8 por ciento actual. No son cifras muy elocuentes, pero apuntan una tendencia positiva.
Además, los expertos auguran que Nicaragua podría ser uno de los Estados que logrará erradicar la pobreza en 2015. Su disciplina fiscal le ha permitido obtener más de un 80 por ciento de reducción de la deuda externa por parte de los organismos multilaterales, y el futuro es bastante alentador... Aunque la economía es débil: depende de la ayuda internacional.
Nicaragua es la nación más grande de Centroamérica, con una situación geográfica que hace de ella un buen puente de acceso aéreo y marítimo a los mercados más grandes del mundo. Instalarse allí es, por tanto, una opción sugerente para las empresas que buscan exportar a todo el continente, siempre y cuando tengan en cuenta los inconvenientes de un país con apenas 5,5 millones de habitantes.
Poca violencia
Otro factor atractivo de cara a los inversores extranjeros tiene que ver con la seguridad. De hecho, su mayor ventaja competitiva en la zona es la relativa ausencia de violencia: frente a los atracos y secuestros que imperan en algunos países centroamericanos, la sociedad nicaragüense destaca por su carácter pacífico.
Y las ventajas de Nicaragua no terminan ahí: ofrece un clima de negocios favorable a las empresas, costes competitivos y una fuerza de trabajo pujante. Según la agencia de promoción de inversiones (ProNicaragua), abunda la mano de obra barata, y la población activa "es reconocida por su flexibilidad y productividad". Además, hay "leyes de incentivos para zonas francas y sectores prioritarios como el turismo".
Sectores en alza
Uno de los sectores con mayor rentabilidad potencial es el textil. Marcas como Levi's ya han descubierto Nicaragua, donde los trabajadores cobran un salario medio de 0,70 dólares por hora frente a, por ejemplo, los 2,03 de Costa Rica. El negocio de los call-centers también puede ser una apuesta de futuro -por el sueldo de los empleados y la existencia de una red de telecomunicaciones moderna-, y últimamente han cobrado importancia la agroindustria y la reforestación.
En el ámbito de la energía, Nicaragua aboga por las renovables. "La cadena volcánica de la costa del Pacífico y los recursos hídricos del país -alberga una de las mayores reservas mundiales de agua potable- brindan una gran oportunidad para proyectos de naturaleza geotérmica, hidroeléctrica, eólica y de biomasa", explica ProNicaragua.
Pero, como en otros países de la región, lo más interesante quizá sea el turismo. ¿Sus bazas? Kilómetros de playas, volcanes y lugares como Granada, que se ha convertido en la ciudad más antigua del planeta. Como reza su lema nacional, Nicaragua es "un país con corazón".