
El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, ha asegurado que las rigurosas medidas de ahorro que ha tomado su Gobierno para aliviar el grave endeudamiento del país "no serán en vano" y que en tres años se habrá "dado vuelta a la página" de la crisis.
En declaraciones publicadas hoy por el diario ateniense "Ta Nea", Papandréu aseguró: "los socios europeos reconocen nuestra voluntad de corregir nuestro errores" y se felicitó por la decisión conjunta de Grecia, Alemania, Francia y Luxemburgo de defender una estrategia común de defensa contra los especuladores.
Así, indicó que los líderes europeos han comprendido que "no pueden dejar a Grecia a merced de los especuladores internacionales", en referencia a las informaciones de ataques organizados contra el país heleno y el Euro.
En la esfera local, el primer ministro socialista afirmó que está dispuesto a cambiar "malas costumbres" y a corregir los sueldos astronómicos que reciben algunos trabajadores del sector públicos.
"No voy a tolerar que se bauticen como justos los beneficios escandalosos de unos pocos", advirtió.
Papandréu dijo que su Gobierno está obligado "a asumir medidas dolorosas que son injustas para muchos ciudadanos", pero afirmó que "sería aun más injusto dejar el país en manos de los especuladores, sin poder pagar los salarios y pensiones".
El mandatario griego consideró que "están dando frutos" las medidas de ahorro de unos 4.800 millones de euros para reducir el déficit desde el actual 12,7 por ciento al 8,7 por ciento a fines de 2010.