
Zaragoza, 11 mar (EFE).- Los gobiernos de España y Aragón han convocado a la dirección de GM España y los sindicatos a una reunión hoy en Zaragoza para "cerrar un acuerdo" sobre la reestructuración de la planta de Figueruelas, la negociación del nuevo convenio y el plan de ahorro, tras romperse ayer las negociaciones entre ambas partes.
La dirección de General Motors España rompió ayer las negociaciones sobre la reestructuración de la planta de Figueruelas y el convenio colectivo, al considerar insuficiente la congelación salarial de dos años propuesta por el comité de empresa como aportación de los empleados al plan de ahorro.
En una comparecencia ante los medios de comunicación, los consejeros aragoneses de Economía, Alberto Larraz, y de Industria, Arturo Aliaga, mostraron ayer su desagrado con la ruptura de las negociaciones e hicieron un llamamiento a la concordia y a alcanzar un acuerdo que necesitan todos, para lo que ambas partes tienen que flexibilizar su postura.
Larraz insistió en que si no hay acuerdo entre la empresa y los sindicatos la autoridad laboral no aprobará ningún expediente de regulación de empleo planteado por la empresa, que afectan a 1.500 de los más de 7.000 empleados que tiene la factoría.
A su juicio, la empresa no puede retroceder "cuatro pasos" y decir que la responsabilidad la va a tener la autoridad laboral.
El consejero explicó que tanto el Gobierno central como el de Aragón se han puesto en contacto y han citado para hoy a la Comisión de Seguimiento del plan de reestructuración de la planta española para sentarse "hasta que sea necesario y acercar posturas hasta llegar a un acuerdo".
"No es tiempo de desacuerdos y necesitamos urgentemente todas las partes, la Comunidad de Aragón, la factoría y la economía aragonesa que se llegue a un acuerdo, que se sosieguen todos y que vayamos a lo importante que es el mercado, vender coches", afirmó.
Por parte del Gobierno central asistirá la secretaria general de Industria, Teresa Santera; por el Ejecutivo autonómico, los consejeros de Economía y de Industria; por la empresa los responsables de la negociación y por los trabajadores, los máximos responsables sindicales.
El consejero de Industria, Arturo Aliaga, señaló por su parte que es un "momento clave" para la planta, que tiene sobre la línea de producción un nuevo modelo (Meriva), por lo que "estamos condenados a llegar a un acuerdo".
Los gobiernos central y autonómico, agregó, han mostrado desde septiembre de 2008 que apuestan por el futuro de la planta de Zaragoza y, en estos momentos, con un coche en el mercado y con las dificultades del propio sector "hay que volver a la normalidad y tranquilizar a los trabajadores y a los mercados".
En su opinión, si se lanza un nuevo modelo y salen noticias de que las plantas está sin acuerdo los propios consumidores se lo piensan antes de comprar un vehículo, como le han hecho saber algunos concesionarios al consejero.
Por lo que "hay que sentarse con bocadillos" hasta que no se alcance un acuerdo, que es una responsabilidad de todos y "urge" porque de ello dependen otros puestos de trabajo.
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