Tras las controvertidas propuestas de la CEOE sobre la reforma del empleo juvenil, el Gobierno vuelve a poner los puntos sobre las íes en materia de Trabajo. José Luis Rodríguez Zapatero y Celestino Corbacho trabajan ya en un 'plan B' de cambios laborales, con el que alcanzar el consenso que no ha existido en momentos anteriores.
Según informa este domingo el diario El País, Corbacho pretende, entre otras medidas, favorecer el empleo juvenil, penalizar la contratación temporal, abaratar el despido, fomentar los contratos indefinidos e implantar la reducción de jornada, al estilo del modelo alemán.
En cuanto al empleo de los menores de 25 años, se pretende ampliar la protección de las becas y contratos de formación. La clave es que estos 'primeros trabajos' coticen a la Seguridad Social, y por lo tanto, den derecho a paro. Además, existe la idea de implementar un programa para jóvenes sin preparación, un sector especialmente débil, y que contribuye notablemente a aumentar las preocupantes cifras de paro juvenil, cercanas actualmente al 40%.
Identificado el problema, se plantean soluciones
Por otro lado, Corbacho planea incentivar a las empresas por contratar nuevos trabajadores, a través de una reordenación del sistema de bonificaciones que resulte realmente eficaz. Con estos cambios se intentará prestar especial atención al hecho de favorecer las ayudas a las mujeres maltratadas y a los discapacitados, de tal forma que las empresas se vieran beneficiadas por contratar a trabajadores de estos sectores.
El abaratamiento del despido, como forma de impulsar la contratación, también es una de las iniciativas principales que el Ejecutivo tiene en la recámara. Además de su función como rescate de parados, se ve esta medida como la manera más adecuada de ampliar el uso del contrato indefinido.
Algo muy relacionado con las trabas que se podrían imponer a la contratación temporal. El objetivo es alentar a las empresas para que firmen más contratos fijos, y se penalizarán los trabajos eventuales con impuestos que sirvan para sufragar los costes del desempleo que generan.
Declara la guerra a las prejubilaciones
