Las cuentas de RTVE no cuadran. Recientemente se ha conocido la auditoría de la intervención general del Estado sobre la corporación en el año 2008, que pone de manifiesto algunos de los derroches realizados, especialmente en lo relativo a los productos de ficción.
Las series y películas emitidas por TVE entreñan gastos desmesurados, con respecto a los réditos que dan. Hasta un total de 260 millones de euros pagó el ente, entonces dirigido por Luis Fernández, entre compra de programas (197 millones) y pagos a productoras (más de 63), según informa este domingo La gaceta.
El ejemplo más claro es la serie Águila Roja. Cada capítulo de esta producción cuesta cerca de dos millones de euros (21.580 por minuto), algo que llama especialmente la atención, sabiendo que RTVE sólo dispone del 30% de la explotación comercial de este producto, quedando el 70% restante a merced de la productora Globomedia.
En términos absolutos, la serie más cara para RTVE es Cuéntame. La temporada 2008 de esta producción costó a las arcas de la corporación cerca de 18 millones de euros. Y próxima a estas cifras se encuentra Amar en tiempos revueltos, que se acerca a los 14 millones.
Importantes pagos por series canceladas
Pero los casos más flagrantes son los que implican a producciones con rotundos fracasos de audiencia, como Fuera de lugar (suspendida tras cinco episodios), Guante blanco (sólo se emitieron tres capítulos) o Con un par de bromas (mantenido a pesar de las bajas audiencias). Estos productos son adquiridos en RTVE en 'packs' completos por temporadas, y la inversión no se recupera, a pesar de la cancelación de las emisiones.
El informe pone de manifiesto que "no se alcanzan los objetivos de audiencia que se incluyen en los contratos", lo que deja, si cabe, más claro, que las inversiones realizadas no se corresponden con la productividad que las series suponen para RTVE.
En lo relativo al cine, la corporación realizó un gasto especialmente llamativo con la película Volver, de Pedro Almodóvar. Por ella, se desembolsó más de un millón de euros, cuando ningún otro film implicó un gasto superior a la mitad de esta cifra.