
La descentralización sanitaria no ha servido para ganar en eficiencia. Al menos, en la gestión de compras de material sanitario, donde existe un margen de ahorro de 400 millones de euros anuales o, lo que es lo mismo, dinero suficiente para construir dos grandes hospitales.
Sólo hace falta reducir las diferencias en los precios que pagan los servicios de salud autonómicos por el mismo producto y que alcanzan el 20 por ciento de media, según los datos de la consultora especializada en el sector de suministros Saniline.
Un 25% del presupuesto en bienes y servicios
La compra de bienes y servicios por parte de los hospitales y centros de salud no es una partida menor dentro del gasto, sino que las autonomías dedicaron cerca del 25 por ciento del gasto sanitario público de 2006 -que ascendió a los 48.650 millones de euros-, a la compra de medicamentos, productos de laboratorio, material quirúrgico o implantes, entre otros productos.
El gasto medio desde 2003 creció a un ritmo del 10 por ciento al año impulsado por el envejecimiento, el aumento demográfico, la mayor demanda de prestaciones y la introducción de tecnología.
Con estos datos en la mano, el director de Saniline, Pedro Tellería, aseguró ayer que la gestión de los procesos de compra en el Sistema Nacional de Salud es "deficiente ya que no existe una correlación entre los precios obtenidos por los centros sanitarios y el volumen de compras". En su opinión, existe una importante vía de ahorro, ya que sólo con reducir la diferencia de precios en un 5 por ciento en las licitaciones y concursos públicos de suministros se podría reducir el gasto en 400 millones de euros al año.
2.000 proveedores
Pero la fuerte atomización del sector de proveedores sanitarios y la dificultad de los suministradores para acceder a todos los concursos públicos impiden, a juicio de la consultora, obtener una mayor eficiencia en la gestión de compras. Según el estudio, existen cerca de 2.000 proveedores sanitarios, de los cuales el 10 por ciento acumula el 80 por ciento del volumen total de ventas. Esta situación hace que el volumen medio de compra por empresa no supere los 4 millones al año.
Otro de los obstáculos detectados son las políticas autonómicas de contratación. Si bien las administraciones públicas están sujetas a la Ley de Contratos de la Administración Pública, que fija los plazos y procedimientos en función del importe y el bien o servicio que se contrate, sólo un 30 por ciento de las compras de medicamentos por parte de los hospitales públicos se sacaron a concurso, según el estudio.
Y eso que, en este capítulo, las autonomías se gastaron 3.636 millones de euros en 2006. El 70 por ciento restante se efectúa a través de pedidos y adquisiciones directas o bajo la fórmula de "exclusividad técnica" de productos bajo patente.
Diferencias en la gestión de compras
No obstante, el dato ofrecido por Saniline es un avance respecto al último informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas. Y es que este Tribunal detectó en 2003 que el 90 por ciento de los fármacos comprados por los centros hospitalarios se hizo al margen de la Ley de Contratos. En su informe, además, se señalaba que por un mismo medicamento se llegó a pagar un 236 por ciento más.
Las diferencias en la gestión de compras de los hospitales también son resultado de sus modelos de organización que van desde los servicios centrales o corporativos de un Servicio de Salud autonómico hasta el centro sanitario con autonomía de gestión. Estas variaciones llevan a las empresas a utilizar políticas comerciales distintas en función del comprador, del centro o de la comunidad autónoma, se asegura en el informe de Saniline.