Economía

Costa Rica, la 'Suiza latinoamericana'

Oscar Arias, presidente de Costa Rica. Foto: Bloomberg
En la Suiza latinoamericana, el café es un bien muy apreciado: forma parte de su identidad nacional y ha determinado la trayectoria del país. "Con su exportación a Europa llegaron las oportunidades. La ventana que se abrió al Viejo Mundo permitió el ingreso del ferrocarril, el sistema de correos, la imprenta y la primera universidad", afirma el Gobierno.

Hoy en día, el café representa el 10 por ciento de la producción agrícola, con unas 106.000 hectáreas de superficie, y da trabajo a más de 200.000 personas. Aunque ha perdido importancia económica, mantiene su fuerza cultural. Porque, como dice ICAFÉ, el grano de oro "resume la historia de la patria que lo vio nacer".

La contrapartida de la discreción

Costa Rica abolió el Ejército en 1949 y tiene una democracia ejemplar, pero no suele aparecer en los medios. Para bien... Y para mal: su discreción hace que los inversores extranjeros no reparen en las ventajas que ofrece.

En apenas 51.100 kilómetros cuadrados -el 0,03 por ciento de la superficie global-, el país reúne el 6 por ciento de la biodiversidad mundial, un dato que refleja su respeto hacia la naturaleza y el medio ambiente -una de las frases más recurrentes para referirse a la nación tica es "¡pura vida!"-.

Que no es una gran potencia lo sabe todo el mundo, pero los empresarios deberían tener más en cuenta otros factores. "En los últimos años ha habido una transformación en la estructura económica de Costa Rica.

Las inversiones extranjeras y la evolución de sus exportaciones le han permitido diferenciarse de sus vecinos, que mantienen un alto grado de dependencia respecto a la agricultura", explica el ICEX. Coface, por su parte, prevé que el país crecerá un 5 por ciento en 2007 -su PIB actual es de 19.432 millones de dólares-.

Pros y contras

Las ventajas de invertir allí son considerables: "La fuerza de trabajo está cualificada y es altamente productiva, posee una localización estratégica (en el centro de América), ofrece un acceso preferencial a mercados interesantes, contempla regímenes de incentivos a la inversión extranjera, su infraestructura de negocios se adecua a los estándares internacionales y la calidad de vida es buena", sostiene la agencia para la inversión en Costa Rica (Cinde).

Lo malo es que todavía no se ha logrado controlar la inflación, que el año pasado superó el 11 por ciento, y la deuda pública ronda el 50 por ciento del PIB.

El sistema bancario costarricense no atraviesa una situación óptima, por culpa de la excesiva dolarización, y la aritmética parlamentaria está frenando la ejecución de las reformas previstas.

El próximo Sillicon Valley latinoamericano

Sin embargo, hay oportunidades de negocio atractivas en sectores como la industria médica, la electrónica, los servicios, los automóviles, el textil... Y las infraestructuras turísticas. "La variedad de paisajes y microclimas que se pueden disfrutar en un mismo día hacen de este país un destino paradisíaco sin ingredientes artificiales", señalan fuentes oficiales.

Además, el clima de inversión es tan favorable en los negocios relacionados con la alta tecnología que, para algunos expertos, Costa Rica va camino de convertirse en el Silicon Valley de Latinoamérica.

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